En una noticia que estremece a la sociedad, se informa sobre el caso de tres detenidos por la muerte de cinco migrantes que fueron arrojados al mar sin saber nadar desde una narcolancha. Este trágico suceso ha conmocionado a la opinión pública y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los migrantes que arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor. Las autoridades han actuado con celeridad para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La violencia y la impunidad que rodean este tipo de incidentes ponen de manifiesto la necesidad de una respuesta coordinada a nivel internacional para prevenir tragedias como esta en el futuro. Es imperativo que se tomen medidas efectivas para proteger los derechos humanos de aquellos que se ven obligados a migrar en condiciones precarias y peligrosas.
Desarticulada red criminal tras la muerte de cinco migrantes arrojados al mar sin saber nadar
La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta en la que ha colaborado Europol, han detenido en Cádiz y Granada a dos hombres y una mujer como presuntos responsables de la muerte por ahogamiento de cinco migrantes que fueron arrojados al mar el 29 de noviembre.
Los arrestados obligaron presuntamente con violencia e intimidación a los migrantes a saltar al agua desde una narcolancha de alta velocidad amenazándolos con un machete. Los implicados eran conscientes de que la zona tenía fuertes corrientes y de que muchos de los pasajeros no sabían nadar.
En un primer momento, se recuperaron cuatro cuerpos sin vida. El quinto cadáver apareció algunos días más tarde y fue identificado gracias a la colaboración de una ONG que intermedió para conseguir el ADN de sus familiares en Marruecos.
A bordo de la embarcación viajaban al menos 37 migrantes que habrían pagado entre 3.000 y 12.000 euros por el trayecto entre Kenitra (Marruecos) y Cádiz.
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La investigación se inició el 29 de noviembre de 2023 cuando los agentes tuvieron conocimiento del suceso. En esa fecha, frente a la costa de los municipios gaditanos de San Fernando y Chiclana, una lancha que navegaba con migrantes hacinados procedentes de Marruecos llevó a cabo un primer desembarco a la fuerza, obligando a la mayoría de los migrantes a saltar al agua.
Con el barco de nuevo en movimiento, los nueve pasajeros que aún estaban a bordo fueron amenazados con un cuchillo con el que cortaron varios cabos a los que se sujetaban los migrantes por miedo al mar, pero esto no evitó que los lanzasen al agua. En esos momentos los tripulantes de una embarcación que se encontraba en la zona lograron rescatar a cuatro de ellos con vida.
La investigación permitió desvelar cuál había sido el itinerario realizado por los migrantes desde Marruecos, las circunstancias de la travesía, la identidad y el rol de cada uno de los ahora detenidos, y el importe pagado. A los detenidos se les imputan cinco delitos de homicidio y de pertenencia a organización criminal en contra de los derechos de los ciudadanos extranjeros, lesiones y contrabando.
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