En un día marcado por la incertidumbre y la violencia, un grupo de manifestantes causó disturbios en el Masters 1.000 de Roma, paralizando varios partidos del torneo de tenis más importante de Italia. La situación se volvió caótica en el Foro Itálico cuando los manifestantes, que protestaban por motivos políticos y sociales, tomaron las calles y bloquearon el acceso al estadio. Los jugadores y espectadores se vieron obligados a buscar refugio en el interior del recinto mientras las fuerzas de seguridad intentaban restaurar el orden. El incidente ha generado preocupación y conmoción en el mundo del tenis y en la comunidad italiana.
Desobediencia civil ecologista paraliza partidos en el Masters de Roma
Una protesta medioambiental interrumpió dos partidos en Roma, afectando la jornada del Masters 1.000 de Roma, uno de los torneos más importantes del mundo del tenis.
La reivindicación medioambiental coordinada por el grupo italiano 'Ultima Generazione' obligó a interrumpir dos partidos del turno de mañana del WTA y Masters 1.000 de Roma.
Varios activistas del grupo italiano, que lucha contra el cambio climático mediante la desobediencia civil no violenta, se presentaron en la pista Pientrangeli y en la pista 12 del Foro Itálico, impidiendo el normal desarrollo de los partidos.
En las imágenes difundidas del momento, los activistas interrumpieron los duelos con gritos desde la grada, se pegaron a la estructura aplicando pegamento en sus pies, lanzaron confetti sobre la pista y se sentaron en la tierra batida para obligar a la seguridad del evento a su desalojo.
Los activistas, ataviados con chalecos naranjas, ejecutaron sus acciones de protesta en los partidos entre la estadounidense Madison Keys y la rumana Sorana Cirstea y en el de dobles entre el binomio formado por el mexicano Santigo González y el francés Edouard Roger-Vasselin y el formado por el salvadoreño Marcelo Arévalo y el croata Mate Pavic.
La protesta medioambiental supuso un retraso en la programación del torneo, pero los organizadores y los jugadores tuvieron que adaptarse a la situación y reanudar los partidos una vez que la seguridad del evento logró desalojar a los activistas.
Este tipo de acciones de desobediencia civil no violenta se han convertido en una forma común de expresión para los grupos que luchan contra el cambio climático y otros problemas medioambientales.
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