La ciudad de Valencia ha confirmado el sorprendente hallazgo de su primera espada islámica, la 'Excálibur' de Balansiya. Este descubrimiento arqueológico ha generado gran expectación entre expertos y ciudadanos por igual. La 'Excálibur' representa un importante tesoro histórico que nos conecta con el pasado islámico de la región. Su hallazgo ha despertado el interés de la comunidad académica y del público en general, quienes ven en esta espada una pieza clave para comprender mejor la historia de Valencia durante la época de Al-Ándalus. Sin duda, este descubrimiento arqueológico contribuirá significativamente al patrimonio cultural de la ciudad y permitirá profundizar en el conocimiento de sus raíces islámicas.
Descubren en Valencia la misteriosa espada islámica 'Excálibur' de Balansiya
Valencia cuenta por primera vez con una espada islámica hallada en el subsuelo de la ciudad, un privilegio que hasta el momento solo tenía la antigua Medina Azahara, la ciudad califal de Abderramán III, en Córdoba. El Servicio de Arqueología Municipal (SIAM) ha datado como islámica una de estas armas, localizada en 1994 en la céntrica calle Historiador Chabàs del distrito de Ciutat Vella, en el casco antiguo. Ahora, gracias a una beca anual de investigación convocada por el Ayuntamiento, su autor, especializado en metales, ha logrado datar con precisión su origen: la dominación musulmana de Balansiya (Valencia en árabe).
Valencia revela su tesoro arqueológico con la emblemática espada islámica 'Excálibur'
Según los técnicos, se trata de una espada del siglo X que fue localizada en una casa islámica y en un contexto doméstico. El arma estaba clavada de pie en el interior de una fosa, que había sido colmatada con otros materiales. Esta circunstancia ha hecho que los técnicos la denominen Excálibur. La casa donde se encontró estaba ubicada al norte del antiguo foro romano, en una zona que ha sido ocupada por las sucesivas culturas de la ciudad a lo largo de los 20 siglos de historia de Valencia.
Excálibur es una espada corta de hierro que mide 46 centímetros, con un puño ornado con placas de bronce y pequeñas escotaduras que favorecían el manejo. La hoja, de tamaño moderado, se curva ligeramente hacia la punta, lo que ha generado cierta confusión sobre su exacta cronología, puesto que las espadas visigodas presentaban una forma parecida. Los estratos sedimentarios, sin embargo, permiten datarla en época islámica.
El tamaño del arma y la ausencia de una guarda para la mano sugieren que podría haber sido empleada por un jinete de la época califal andalusí. Es probable también que sea una evolución de los modelos visigóticos pero, para los técnicos municipales, no hay duda de que pertenece al período islámico de la antigua Balansiya.
La espada, que ha sido restaurada, ha podido ser datada en el marco de la beca de arqueología que, anualmente, convoca el Ayuntamiento de la capital del Turia. En la edición 2023/2024, la beca ha estado dedicada íntegramente al análisis de objetos metálicos. El hecho de que el beneficiario de esta beca sea un arqueólogo especializado en metales ha favorecido la datación exacta de la espada.
Según el concejal, esta espada tiene un diseño único que le otorga un gran valor arqueológico y patrimonial, así que tenemos un nuevo tesoro en esta Excálibur islámica y un legado histórico de la antigua Balansiya.
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