En un disturbio violento registrado en el centro penitenciario de Picassent, un interno agredió a tres guardias civiles, causando heridas graves a uno de los funcionarios que intentaban restablecer el orden en la institución. El incidente, que ha conmocionado a la opinión pública, pone de relieve la creciente inseguridad que se vive dentro de los muros de los centros penitenciarios españoles. La victimización de los funcionarios es un tema que ha generado gran preocupación en los últimos tiempos, y este suceso no hace más que ahondar en la inquietud sobre la situación crítica que se vive en estos centros. A continuación, se presentará un análisis detallado de los hechos y las consecuencias del incidente.
Violencia en el centro penitenciario de Picassent: Interno agrede a tres guardias civiles y deja herido a un funcionario
Un interno del centro penitenciario de Picassent, en Valencia, agredió este martes a tres guardias civiles y lesionó a un funcionario mientras era trasladado a la Ciudad de la Justicia para un juicio.
Según fuentes penitenciarias, el recluso, conocido como el Rambo de Requena, se revolvió contra los agentes en el momento en que iba a ser engrilletado para el traslado y mordió a dos de ellos. Uno de los agentes resultó herido de gravedad en el antebrazo.
El Rambo de Requena está condenado a 27 años de prisión por dos tentativas de homicidio, dos delitos de robo con fuerza, dos de robo de vehículos de motor, uno de coacciones y otro contra la seguridad del tráfico, cometidos en junio de 2020 en la provincia de Teruel.
El sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) informó que el interno está en el Programa de Atención Integral de Enfermos Mentales (PAIEM I) y en el fichero de internos de especial seguimiento.
Falta de medios y medidas de seguridad
Según el sindicato, la falta de medios y personal en los centros psiquiátricos penitenciarios puede provocar situaciones de violencia como la ocurrida en Picassent. El TAMPM pide al Instituto de Instituciones Penitenciarias y al Ministerio del Interior que refuercen las instalaciones y personal de los dos centros psiquiátricos que hay en España —Sevilla y Alicante— y que retome el proyecto de la cárcel de Siete Aguas (Valencia), donde se había proyectado una moderna instalación de psiquiátrico penitenciario donde atender con garantías a este tipo de internos.
En este sentido, el sindicato destaca que la cantidad de internos con enfermedades mentales y los pocos medios que la administración penitenciaria pone para su tratamiento con seguridad para los trabajadores penitenciarios como para el resto de internos va a seguir provocando situaciones de este tipo que pueden desembocar en una desgracia.
Finalmente, el recluso fue ingresado nuevamente en el centro penitenciario valenciano y se le leerán sus derechos en presencia de abogado como presunto autor de un delito de atentado contra agente de la autoridad y lesiones.
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