La comunidad artística que participa en el Festival de la Canción de Eurovisión enfrenta un desafío inédito. Cada vez que un artista decide expresar su apoyo a Palestina, se convierte en blanco de críticas y presiones por parte de grupos que defienden los intereses de Israel. La censura y las sanciones se convierten en una realidad para aquellos que osan mostrar su solidaridad con el pueblo palestino. ¿Cuáles son las consecuencias que pueden enfrentar los artistas de Eurovisión que toman partido por Palestina? En este artículo, exploraremos las posibles represalias que pueden sufrir estos artistas y las implicaciones que tienen en su carrera y su vida personal.
La censura en Eurovisión: ¿Qué consecuencias tienen los gestos políticos de los artistas?
La primera semifinal del Festival de Eurovisión 2024 ha generado un intenso debate sobre la neutralidad del evento y la libertad de expresión de los artistas. Todo comenzó cuando el sueco Eric Saade, de ascendencia suecopalestina, salió al escenario de Malmö con un pañuelo palestino atado a la muñeca para expresar su solidaridad con el pueblo palestino.
El vídeo de su actuación fue censurado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), lo que generó una gran polémica. La directora ejecutiva de Eurovisión 2024, Ebba Adielsson, expresó decepción por la decisión de Saade de llevar un pañuelo palestino en el escenario.
Nos parece triste que utilice su participación de esta manera, declaró Adielsson. Sin embargo, Saade se defendió en su cuenta de Instagram, asegurando que en mi opinión, eso es simplemente racismo. Solo quería ser inclusivo y usar algo auténtico para mí, pero la UER parece encontrar controvertida mi etnicidad. No dice nada de mí, pero sí todo sobre ellos.
La denuncia de Bambie Thug, representante de Irlanda
Otro caso de censura fue el de Bambie Thug, representante de Irlanda, quien se pintó las palabras Ceasefire (alto al fuego) y Freedom for Palestine (Libertad para Palestina) codificadas en el alfabeto Ogham, una antigua lengua celta. Sin embargo, la UER le obligó a borrar esos mensajes y solo mantener un tercer símbolo que llevaba pintado y que corresponde con las palabras Crown the witch (Coronad a la bruja).
Thug manifestó su descontento, asegurando que soy una persona a favor de la libertad y de la justicia, pero la UER me ha obligado a retirar de mi propuesta los mensajes que llevaba en los que pedía el alto al fuego y la libertad para Palestina.
La normativa de Eurovisión
Los organizadores del certamen anunciaron que se reservaban el derecho a retirar cualquier bandera, símbolo, ropa, artículo y pancartas que se utilice con el probable propósito de instrumentalizar los programas de televisión. Además, la jefa de comunicaciones de la UER, Michelle Roverelli, aseguró que las personas con entradas para las semifinales o la final solo pueden llevar y exhibir banderas que representen a los países que participan en el evento, así como la bandera LGTBI.
La normativa de Eurovisión establece que la presentación y/o las letras de una canción no deben de ir en contra de la reputación del festival, ni pueden contener consignas políticas ni menciones publicitarias.
Consecuencias del incumplimiento
Las consecuencias del incumplimiento de estas normas pueden llegar a convertirse en multa. Es lo que le sucedió a los representantes islandeses del certamen en 2019, celebrado en Tel Aviv (Israel), al mostrar banderas palestinas cuando se dieron a conocer los puntos del televoto. Los organizadores del certamen sancionaron económicamente a Islandia con una multa de 5.000 euros, al considerar que habían violado su normativa.
Un antecedente similar ocurrió durante la celebración de Eurovisión 2016, cuando la representante armenia Iveta Mukuchyan mostró a cámara la bandera del Nagorno-Karabakh, una región en disputa y conflicto bélico entre Armenia y Azerbaiyán. La delegación azerí condenó rapidamente el suceso, mientras que la Unión Europea de Radiodifusión lo tachó de perjudicial para la imagen del festival.
Protestas contra la participación de Israel
Las protestas en Malmö a favor del boicot a la participación de Israel en Eurovisión 2024 están siendo constantes. Han sido varios los países participantes, entre los que están Irlanda, Finlandia, Bélgica, Reino Unido, Dinamarca, Portugal, San Marino, Suiza, Lituania y Noruega, los que han pedido el veto a Israel y el alto el fuego inmediato en los territorios palestinos ocupados, especialmente, en Gaza.
La plataforma Parad a Israel, por la paz y una Palestina libre, que agrupa a decenas de organizaciones, ha convocado dos grandes manifestaciones en el centro de Malmö para este jueves, coincidiendo con la participación de Israel en la segunda semifinal, y el sábado, el día de la final.
Además, varias músicos suecos se han bajado en las últimas semanas del programa de actos del festival y en Malmö, una ciudad con una numerosa comunidad de origen árabe.
Las autoridades de Israel elevaron la semana pasada el grado de alerta para los viajeros que acudan a Malmö ante la posibilidad de que grupos islamistas lleven a cabo un ataque contra israelíes.
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