La claustrofobia crónica es un trastorno de ansiedad que puede afectar a cualquier persona, sin importar su estatus social o fama. Recientemente, se ha sabido que una popular actriz de la serie de televisión 'Juego de Tronos' padece de este trastorno, lo que ha generado gran interés en la comunidad de fans y en el público en general. Pero, ¿qué es la claustrofobia crónica y cómo se manifiesta? En este artículo, exploraremos los síntomas y las características de esta condición, así como las formas en que afecta a la vida diaria de las personas que la padecen.
La actriz de 'Juego de Tronos' revela su secreto: la claustrofobia crónica que la atenaza
Hannah Waddingham, la actriz que interpretó a Septa Unella en la popular serie Juego de Tronos, ha revelado que padece claustrofobia crónica, un trastorno de ansiedad que se caracteriza por el miedo intenso a los espacios cerrados.
La actriz lo confesó durante una entrevista en el programa estadounidense The Late Show with Stephen Colbert, donde habló sobre una de sus escenas más famosas en la serie. Juego de Tronos me dio algo que no esperaba, que fue una claustrofobia crónica. Fue horrible. Diez horas de haber sido sometida a la tortura del submarino, explicó.
Claustrofobia crónica: qué es y los signos que avisan
La claustrofobia es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por el miedo intenso e incontrolable a los lugares cerrados. Quienes la padecen sienten un miedo a no tener control sobre uno mismo o perderlo, y no poder salir del lugar de manera voluntaria.
Existen diferentes niveles de intensidad en este trastorno y no todos son igual de incapacitantes. Los tres componentes fundamentales de la claustrofobia son:
- Miedo a la restricción: la persona se siente atrapada, siente que no tiene salida, aunque sea un espacio que no supone un riesgo real para ellos.
- Miedo a la asfixia: a quedarse sin aire a causa del espacio limitado, lo que les produce una sensación de ansiedad y estrés.
- Miedo a los movimientos limitados: una sensación que les puede sobrevenir incluso en espacios abiertos, pero que están abarrotados de personas.
Además de los síntomas psicológicos como la ansiedad, la pérdida de control, que pueden derivar en dificultad para respirar, o el miedo a morir, también se presentan síntomas físicos como sudoración, aceleración del pulso y taquicardia, náuseas, mareos, dolor en el pecho, temblores, ataques de pánico.
Tratamientos para la claustrofobia
La ayuda profesional es esencial para tratar una fobia. La claustrofobia se puede abordar desde diferentes puntos, lo más habitual es la terapia conductual, que es bastante efectiva, que busca modificar las impresiones atribuidas a esas situaciones para que disminuya la ansiedad. También hay otras técnicas, como las terapias de exposición, donde el paciente se enfrenta poco a poco a las situaciones que le producen esa fobia. En algunos casos también se emplea medicación, como antidepresivos o ansiolíticos, para reducir los niveles de ansiedad.
En cualquier caso, el tratamiento (así como el diagnóstico) siempre le corresponde pautar a un profesional que pueda ayudar al paciente, nunca es recomendable probar este tipo de técnicas por nuestra cuenta y sin supervisión.
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