En el ámbito de la seguridad y el peligro, se ha generado una gran polémica en torno a un objeto conocido como el Pie del Elefante. Este término ha sido ampliamente utilizado para describir un artefacto explosivo de gran potencial destructivo. Sin embargo, según expertos en la materia, la realidad es que este objeto no es tan letal como se cree. De hecho, su peligrosidad ha sido fuertemente exagerada, generando un clima de miedo y alarma entre la población. En este sentido, es importante separar la realidad de la ficción y analizar los hechos objetivamente. En este artículo, exploraremos la verdad detrás del Pie del Elefante y desmentiremos los mitos y leyendas que lo rodean.
La 'Pata del Elefante': un peligro radiactivo que sigue latente en Chernóbil
El fantasma de los fallos en centrales nucleares no deja de sobrevolar el mundo. Con antecedentes como Chernóbil o Fukushima y con la amenaza rusa sobre la central ucraniana de Zaporiyia, el peligro es real.
Un fallo de este tipo puede generar la existencia de elementos tan aterradores como el 'Pie del Elefante', considerado el objeto más peligroso de la Tierra: solo cinco minutos a su lado puede acabar con tu vida en dos días.
El objeto más peligroso del mundo
Se trata de un trozo de lava solidificada de dos metros de ancho formado a partir del núcleo fundido del reactor nuclear de Chernóbil, y recibe su nombre por su aspecto.
Debido a la intensa radiación que emite, solo hay unas pocas fotos de este objeto. Incluso ahora, casi 40 años después del accidente, entrar en la habitación en la que está este objeto podría ser mortal y los científicos creen que la amenaza podría persistir durante siglos.
El accidente de Chernóbil
En el accidente de Chernóbil, en abril de 1986, el reactor se calentó tanto que el acero y el hormigón utilizados para proteger el núcleo se fundieron y formaron lava radiactiva.
A medida que se abrió paso a través de las tuberías y el concreto del Reactor 4, el material recogió más componentes, cambiando y transformándose en una compleja mezcla de químicos radiactivos.
Cuando esta mezcla de arena, hormigón y combustible nuclear finalmente se enfrió, se solidificó formando un nuevo material llamado corio. Una masa de corio, que cayó al corredor de vapor debajo del reactor, se conoció como 'Pata del Elefante' debido a su forma.
La radiación letal
En 1986, la 'Pata del Elefante' emitía 10.000 roentgens (una medida de radiación) por hora, alrededor de 1.000 veces la dosis necesaria para provocar cáncer.
Para ponerlo en contexto, una hora de radiación a ese nivel equivaldría a hacerse cuatro millones y medio de radiografías de tórax.
En 30 segundos de exposición, al cabo de una semana sufrirías mareos y fatiga. Después de dos minutos en la habitación, tus células comenzaban a sangrar y a los cuatro minutos aparecían vómitos, diarrea y fiebre. Finalmente, después de solo cinco minutos, es casi seguro que morirías dos días después.
La amenaza persiste
Cuando llegó el equipo de limpieza, llamado liquidadores, descubrieron que la 'Pata de Elefante' todavía era demasiado radiactiva para acercarse.
Dado que el corio es tan raro, ya que solo se ha producido cinco veces en la historia, nadie está muy seguro de cómo cambiará la pata del elefante con el tiempo. Si bien el material nuclear se está enfriando lentamente, es probable que siga siendo peligroso durante muchos años más.
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