En un mundo donde la vista es fundamental para desarrollar actividades cotidianas, existen personas que han logrado superar este obstáculo y han encontrado una forma de disfrutar del deporte del tenis, a pesar de su condición de ciegos. El 'blind tennis', también conocido como tenis para ciegos, es una modalidad adaptada de este deporte que busca incluir a personas con discapacidad visual, permitiéndoles disfrutar de la emoción del juego y mejorar su calidad de vida. Esta disciplina deportiva se basa en la adaptabilidad y la perseverancia, ya que los jugadores deben desarrollar habilidades específicas para compensar su falta de visión. A continuación, exploraremos la historia detrás de este innovador programa y cómo ha cambiado la vida de aquellos que lo han adoptado.
El Blind Tennis, un deporte que requiere habilidad y perseverancia
Gema Mariscal, una tenista española de 48 años, ha encontrado una nueva pasión en el blind tennis, un deporte que requiere habilidad, perseverancia y adaptabilidad. Después de un accidente que le dejó con una discapacidad visual, Gema ha encontrado un nuevo camino en este deporte que la ha llevado a competir a nivel nacional.
El blind tennis, un deporte para todos
El blind tennis es un deporte que se juega en una cancha de tenis convencional, pero con algunas modificaciones para adaptarse a las necesidades de los jugadores con discapacidad visual. El objetivo es similar al tenis tradicional, pero con una serie de reglas y señales auditivas que ayudan a los jugadores a ubicar la pelota.
Lo llamamos blind tennis y no tenis para ciegos, es su nombre más internacional, explica Gema. Para nosotros hay tres palabras clave: ready, yes y play. El jugador que saca grita ready para alertar a su contrincante, quien responde con yes cuando está listo para recibir la pelota. Luego, el jugador que saca grita play y tiene diez segundos para sacar la pelota.
Gema Mariscal, una historia de superación
Gema siempre ha sido una persona activa y deportista. Antes de su accidente, practicaba esquí y judo, y incluso fue subcampeona de Europa y del mundo en judo. Después de su accidente, tuvo que adaptarse a una nueva realidad y encontró en el blind tennis un nuevo desafío.
El deporte para mí es todo: lo mental, lo físico, lo social, cuenta Gema. Me encanta medirse cuando llega a la pista. Mido con mis pies la distancia que hay desde la línea que marca el final del campo hasta la pared o dónde están los bancos colocados. Lo hago para no tropezar, por mi tranquilidad.
Un deporte que requiere esfuerzo y perseverancia
El blind tennis es un deporte que requiere una gran cantidad de esfuerzo y perseverancia. Los jugadores deben desarrollar habilidades especiales para ubicar la pelota y adaptarse a las condiciones de la cancha. Gema entrena con un entrenador particular dos veces a la semana y también entrena con su equipo en el Club Avantage los domingos.
La pelota utilizada en el blind tennis es especial, con un núcleo interno sonoro que ayuda a los jugadores a ubicarla. Sin embargo, la pelota es cara y difícil de obtener, ya que solo se puede comprar en Japón.
Un desafío para el reconocimiento oficial
Aunque el blind tennis está creciendo en popularidad, todavía no es un deporte oficialmente reconocido en España. Gema y otros jugadores están luchando para que se reconozca y se incluya en los estatutos de la federación española.
En España, el blind tennis todavía no está oficialmente registrado, explica Gema. La federación española nos ha empezado a hacer caso y ya ha organizado dos open y un torneo en la Comunidad de Madrid, pero no está reconocido como deporte oficial.
A pesar de los desafíos, Gema sigue adelante, motivada por su pasión por el deporte y su determinación de superar las limitaciones.
La discapacidad es eso, hacerlo lo mejor posible con tus limitaciones, pero las limitaciones siguen estando. Mejoras de entrenar, acaba siendo algo intuitivo. Al final es por esfuerzo y repetición, concluye Gema.
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