La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la puesta en marcha de un importante proyecto de seguridad vial en la A-8, donde se instalará uno de los radares de tramo más extensos de España. Este dispositivo de control de velocidad se ubicará entre el viaducto Ontón y Castro Urdiales, abarcando un tramo considerable de esta transitada vía. La medida busca mejorar la seguridad de los conductores y reducir los accidentes en una zona donde se registran altos índices de siniestralidad. La implementación de este radar de tramo se enmarca dentro de las acciones de la DGT para fomentar el respeto de los límites de velocidad y concienciar sobre la importancia de la conducción segura. Con esta iniciativa, se espera contribuir a la prevención de accidentes y la protección de la vida en las carreteras españolas.
La DGT instalará uno de los radares de tramo más largos en la A-8, Nuevo radar de tramo en la A entre Ontón y Castro Urdiales
La Dirección General de Tráfico tiene planes para instalar un radar de tramo en la A-8, entre Ontón y Castro Urdiales. Estos dispositivos son fundamentales para controlar la velocidad media de los vehículos y garantizar la seguridad vial en zonas conflictivas de la red viaria. Para este año, la DGT tiene previsto poner en funcionamiento 88 cinemómetros de este tipo, incluyendo el radar ubicado entre Ontón y Castro Urdiales.
Este nuevo radar de tramo en la A-8 contará con un tramo controlado de aproximadamente 6 kilómetros, siendo uno de los más largos de España. La velocidad máxima permitida en este tramo será de 100 km/h, reemplazando a un cinemómetro fijo que limitaba la velocidad a 80 km/h. Se espera que este nuevo radar entre en operación antes del verano, coincidiendo con un aumento de desplazamientos en la zona.
Los radares de tramo son sistemas de cámaras que registran continuamente la matrícula de los vehículos al entrar y salir del tramo controlado. Un ordenador calcula la velocidad media del vehículo y, si supera el límite establecido, se procede a sancionar al conductor. Estos dispositivos se instalan en vías de alta capacidad y carreteras convencionales, pudiendo abarcar varios kilómetros de longitud.
En la actualidad, la DGT cuenta con 92 radares de tramo bajo su titularidad, distribuidos en casi todas las provincias de España. A esto se suman los dispositivos del Servei Catalá de Transit, del País Vasco y los instalados por ayuntamientos, lo que podría elevar el número total de cinemómetros de tramo en el país a alrededor de 200 unidades.
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