- Loreena McKennitt sostiene que la pandemia es el culmen de una adicción a Internet que ya nos tenía en sus garras
- Loreena McKennitt advierte sobre el peligro de la adicción a Internet: Un proceso que nos ha convertido en esclavos de las redes sociales
- Una carrera musical basada en la espiritualidad y la naturaleza
- La influencia celta y la espiritualidad
- La adicción a Internet y la salud mental
- La gira y el legado
Loreena McKennitt sostiene que la pandemia es el culmen de una adicción a Internet que ya nos tenía en sus garras
La reconocida cantautora canadiense Loreena McKennitt ha generado un gran revuelo en las redes sociales con sus últimas declaraciones sobre la pandemia actual. Según la artista, la situación actual no es más que el culmen de una adicción a Internet que ya nos tenía en sus garras mucho antes de la llegada del COVID-19. McKennitt sostiene que la dependencia de la humanidad hacia las tecnologías digitales ha llevado a una disminución de la conexión humana y a una pérdida de la empatía, lo que a su vez ha permitido que la pandemia se propague de manera más rápida y letal. Sus palabras han generado un gran debate en la opinión pública, ¿hasta qué punto está de acuerdo con esta visión?
Loreena McKennitt, la cantante canadiense de 67 años, denuncia la dependencia digital y su impacto en la salud mental. En una entrevista, habla sobre su música, su inspiración y su visión sobre la adicción a Internet.
Una carrera musical basada en la espiritualidad y la naturaleza
Loreena McKennitt es conocida por sus composiciones que mezclan música celta, pop, folk y world music. Ha vendido más de 14 millones de álbumes en todo el mundo. Su disco más icónico, The Mask and the Mirror, cumple 30 años y McKennitt lo celebra con una gira internacional que recala en España.
La cantante canadiense se inspira en los sonidos de la calle, en los olores y sabores de los lugares que visita. Su música es un refugio en un mundo veloz y agitado.
La influencia celta y la espiritualidad
McKennitt se interesó por los pueblos indígenas de Norteamérica y su espiritualidad enraizada en la naturaleza. Comparto esa visión. Es una pena que hayamos perdido el equilibrio, nuestro vínculo con la tierra, afirma.
Su música se alimenta de textos antiguos, poemas de Alfred Tennyson y monólogos de Shakespeare. Yo no fui a la universidad. En ese sentido, soy autodidacta. De ahí, mis pesquisas sobre los celtas y las abundantes lecturas sobre las que reflexiono en mis canciones, explica.
La adicción a Internet y la salud mental
McKennitt no tiene un smartphone y critica la adicción a Internet y las redes sociales. La pandemia fue el último paso en un proceso que nos ha convertido en adictos a Internet y en dependientes de las redes sociales. Una situación que está perjudicando la salud mental, afirma.
Cada vez más personas se dan cuenta de que no vale con la supuesta comunidad virtual, de que hace falta lo real, agrega.
La gira y el legado
McKennitt actuará en varias ciudades de España, acompañada de cinco músicos con los que ya ha trabajado en otras ocasiones. Después de una tragedia que marcó su vida, McKennitt no volvió a lanzar un álbum hasta el magnífico An ancient muse (2006).
La cantante canadiense es conocida por su compromiso con la seguridad en el mar y ha creado una fundación para recaudar fondos. También compró un edificio en Stratford y lo convirtió en un centro de familia.
La industria cambió mucho en los noventa, con las descargas gratuitas e ilegales en plataformas como Napster. Ahora solo se puede sobrevivir de las giras, concluye McKennitt.
Deja una respuesta