La tragedia ocurrida en el puente de Ferrol en 1998 ha vuelto a sacudir a Galicia, esta vez por el inquietante 'déjà vu' que ha despertado tras el incidente en Baltimore. El fatídico suceso de hace más de dos décadas donde perdieron la vida varias personas, vuelve a la memoria colectiva ante el reciente evento en tierras americanas. El impacto emocional que generó el accidente en el puente de Ferrol, se revive ahora en la comunidad gallega con este nuevo suceso, desatando preocupación y temor entre la población. La sombra del pasado se proyecta nuevamente sobre la región, recordando la importancia de la prevención y seguridad vial en nuestras infraestructuras.
Accidente del Discoverer Enterprise: un precedente tras el derrumbe en Baltimore
Un portacontenedores impactó este martes contra uno de los pilares del puente Francis Scott Key de Baltimore (EEUU), causando el colapso total de la estructura y dejando seis víctimas mortales en las aguas del río Patapsco. Este suceso, que ha resonado a nivel mundial, tiene un antecedente en España: el 13 de enero de 1998, el Discoverer Enterprise se estrelló contra el puente de As Pías en Ferrol, dividiéndolo en dos. Afortunadamente, en aquella ocasión no hubo pérdidas humanas.
Fueron las intensas ráfagas de viento, alcanzando los 170 kilómetros por hora, las responsables de que, alrededor de la 1:27 de la madrugada, la gigantesca plataforma de perforación petrolífera, el Discoverer Enterprise, rompiera las 16 estachas que la mantenían amarrada en el astillero de Ferrol, impactando contra el puente de As Pías.
La monumental plataforma, de unos 254 metros de longitud, chocó contra el punto más vulnerable del puente, las arcadas centrales, provocando el desplome de cien metros de la estructura vial, vital para la comunicación de Ferrol con el resto de Galicia. Por fortuna, no hubo víctimas, ya que ningún vehículo transitaba por As Pías en aquel momento.
Manuel Fernández-Castro Cancela, quien era concejal de Tráfico en Ferrol en ese entonces, recuerda aquel suceso como la tormenta perfecta, destacando las múltiples casualidades que desencadenaron el accidente. La ciudad se vio aislada, con el tráfico desviado por rutas alternativas y generando largas colas de hasta 10 kilómetros que podían durar horas.
El impacto no solo afectó la movilidad, sino también la economía local debido a las complicaciones en el transporte y las comunicaciones. A pesar de la reconstrucción acelerada del puente de As Pías, la Autopista del Atlántico llegó a Ferrol varios años más tarde. Además, se interrumpió temporalmente el suministro de agua potable a varios municipios de la región que dependían de una tubería que cruzaba bajo el puente.
El banco marisquero de As Pías sufrió graves consecuencias, ya que los escombros de hormigón del puente alteraron el hábitat de diversas especies marinas, lo que llevó a los mariscadores a protestar durante años exigiendo la limpieza de los fondos marinos y compensaciones por sus pérdidas.
Curiosamente, a pesar de derribar un puente entero, el Discoverer Enterprise quedó prácticamente ileso, con solo algunas abolladuras, y no se retiró de servicio hasta 2019, 22 años después del incidente que lo hizo famoso.
Deja una respuesta