La ciudad de Portugal que se encuentra a menos de 2 horas de España es un verdadero tesoro por descubrir, con sus majestuosos lagos y un castillo que deja sin aliento a quienes lo visitan. Situada en un entorno natural privilegiado, esta ciudad ofrece a los viajeros la oportunidad de sumergirse en su rica historia y disfrutar de paisajes impresionantes. Los lagos cristalinos que la rodean son un atractivo para los amantes de la naturaleza, mientras que el castillo histórico se yergue imponente como testigo de siglos de historia. Sin duda, este destino se presenta como una escapada perfecta para aquellos que buscan combinar cultura, naturaleza y belleza en un solo lugar.
Descubre Castelo Branco: Ciudad de Portugal con castillo medieval y lagos naturales
Castelo Branco, una ciudad portuguesa que toma su nombre de un castillo, hoy en ruinas. Cuando pensamos en el país vecino, Lisboa y Oporto irremediablemente atraen nuestra atención. Pero más allá de estos populares destinos, hay otras ciudades que son desconocidas a los ojos de muchos turistas, y sin embargo, son también muy interesantes. En el centro de Portugal y cerca de Cáceres (con la que comparte el Parque Natural del Alto Tajo), se encuentra Castelo Branco, una preciosa localidad del interior con un enorme listado de atractivos, entre los que se encuentran una fortaleza templaria, pintorescas calles empinadas y maravillosas playas fluviales.
Joyas ocultas de Portugal: Castelo Branco, ciudad histórica a horas de España
Sin alejarnos demasiado de la frontera con nuestro país, el interior de Portugal cuenta con atractivos entornos y ciudades interesantes para descubrir durante una corta escapada. Con un casco histórico lleno de rincones sorprendentes, Castelo Branco nos invita a recorrer sus calles estrechas y adoquinadas a pie, desafiando sus empinadas cuestas. Entre los lugares de visita obligada está la Catedral (antigua Iglesia de San Miguel) con una sobria fachada. Pero el centro neurálgico de la ciudad antigua lo encontrarás en la Praça de Camões, conocida popularmente como Praça Velha, donde también verás numerosos edificios con cruces y otras marcas gravadas en la piedra.
Escapada perfecta: Castelo Branco, la ciudad portuguesa con castillo templario
Tras un relajante paseo por el centro histórico, toca subir la cuesta que conduce a uno de los mejores miradores de la ciudad: el castillo. Construido entre 1214 y 1230, esta fortaleza templaria de la Edad Media, se ubica en todo lo alto de la Colina da Cardosa, en cuya ladera se construyó la ciudad. Desde lo alto de las murallas tendrás una panorámica total del casco histórico, pero hay otro lugar que también te recomendamos para que puedas deleitarte con toda la belleza de Castelo Branco y sus alrededores: el Miradouro de São Gens. En este espacio natural destaca la escalera de los reyes donde se encuentran una serie de estatuas de granito ordenadas cronológicamente.
Los exuberantes y originales jardines barrocos del Paso Episcopal, es uno de los lugares que no debes perderte. Construidos a principios del siglo XVIII y con forma rectangular, son un lugar de postal que te cautivará gracias a la belleza de sus cinco lagos. En el distrito de Castelo Branco encontraréis varias rutas en un entorno idílico de lagos que harán las delicias de los amantes del agua y la naturaleza.
Aunque Castelo Branco es una ciudad del interior y no tiene mar, cuenta con numerosas opciones que harán que no eches de menos la playa. Sus veranos calurosos y secos se ven amortiguados con estupendas playas fluviales que se encuentran en los alrededores. Otras playas fluviales cercanas son Praia de Sesmo y la de Almaceda. Y no queremos que abandones este destino sin conocer la Ermita de Nossa Senhora de Mércoles, que se encuentra a unos 3 kilómetros.
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