Desarticulada una banda criminal que utilizaba tácticas militares para cometer más de 60 robos; ladrones reptaban por el suelo para escapar del rastro

En un golpe contundente contra la delincuencia, las fuerzas de seguridad han logrado desarticular una banda criminal que había cometido más de 60 robos en diferentes localidades. Lo que hace que este caso sea especialmente llamativo es que los integrantes de la banda habían recibido entrenamiento militar, lo que les permitía utilizar tácticas militares para cometer sus crímenes y, posteriormente, escapar del rastro policial. Uno de los detalles más impactantes de esta banda es que, en algunas ocasiones, los ladrones reptaban por el suelo para no dejar huellas y así evitar ser detectados. A continuación, se presentará un informe detallado sobre esta investigación y cómo se logró desarticular esta peligrosa banda.

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Desarticulada una banda criminal que utilizaba tácticas militares para cometer más de 60 robos

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Lugo, en coordinación con la Gendarmería francesa y con EUROPOL, ha desarticulado una banda criminal dedicada a robos con fuerza que había cometido más de 60 robos en establecimientos comerciales, casinos, viviendas y locales de apuesta.

La investigación se ha producido en el marco de la 'Operación Carbig', que ha culminado con la detención de 15 personas vinculadas al grupo organizado en la provincia de Tarragona, en un operativo coordinado desde la comandancia del Instituto Armado lucense.

Banda criminal desarticulada por la Guardia Civil y la Gendarmería francesa

Banda criminal desarticulada por la Guardia Civil y la Gendarmería francesa

La investigación comenzó en Lugo, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de varios robos cometidos en la provincia gallega. Tras meses de pesquisas, los agentes pudieron localizar en Cataluña a sus presuntos responsables, ciudadanos de países del este de Europa, a quien se les atribuye además más de medio centenar de robos en diferentes provincias españolas y en el sur de Francia.

La banda criminal actuaba como un comando itinerante, utilizando como 'bases' las localidades de Madrid y Tarragona. Desde allí se desplazaban por todo el territorio español buscando objetivos, principalmente viviendas, casinos y comercios, en viajes de unos tres o cuatro días de duración.

Se trataba de un grupo muy violento pues, según ha precisado la Guardia Civil, estaba equipado con herramientas contundentes que les permitían forzar puertas y ventanas e incluso hacer butrones en cuestión de segundos. Además, explican que la banda usaba 'tácticas militares' para evitar ser descubiertos, como reptar lentamente por el suelo para no ser detectados por los sistemas de alarma.

Cada integrante tenía un rol específico. Mientras uno vigilaba las inmediaciones, otros forzaban los accesos e inutilizaban los sistemas de seguridad. Durante el día, hacían un reconocimiento de la zona comprobando las posibles vías de acceso y escape. Los asaltos se producían de madrugada, ocultando sus rostros con gorros, capuchas y pasamontañas y cubriendo sus manos con guantes.

Asimismo, otro de los integrantes era el encargado de robar un vehículo en el primer atraco para hacer uso del mismo para el resto de intervenciones de la noche. De este modo, evitaban que se detectase el coche que utilizaban para sus traslados.

Los delincuentes buscaban, preferentemente, lugares donde sabían que podrían encontrar grandes cantidades de dinero en efectivo. Unos de sus objetivos preferidos eran los salones de juegos y casas de apuestas, donde llegaron a sustraer en un único atraco más de 30.000 euros.

Durante la fase final de la investigación se centraban en robos de casas y chalets ubicados en su mayoría en la comunidad catalana, mientras los inquilinos estaban durmiendo. Aprovechaban este momento para robar herramientas destinadas al mantenimiento del jardín, maquinaria y objetos susceptibles de darles una rápida salida en el mercado negro.

No se descartan más detenciones. Posteriormente, estos objetos eran ocultados en 'guarderías' situadas en los municipios tarraconenses de San Pere y San Pau, para luego venderlos a terceros.

Los investigadores estiman que el dinero y el material sustraído, así como los daños causados en viviendas y locales, podrían alcanzar los 400.000 euros, sin contar lo sustraído en casinos franceses.

En los registros domiciliarios se han localizado gran cantidad de material que se había sustraído en la zona de Cataluña, y ha sido devuelto a sus legítimos propietarios por parte de las autoridades.

La actuación ha estado dirigida desde el juzgado de primera instancia e instrucción 1 de Sarria (Lugo) y por las autoridades francesas, a través del Tribunal de Justicia de Burdeos, coordinado por EUROJUST y con apoyo de Europol y Mossos d'Esquadra.

Daniel Martín

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