En un mundo donde la apariencia a menudo es lo que prima, Cooper, un perro con discapacidad, destaca por su corazón de oro. A pesar de no tener cuello, este valiente canino llama la atención allí donde va, no solo por su condición física única, sino también por su infectuosa personalidad. Sin embargo, su verdadera pasión no es ser el centro de atención, sino conquistar los corazones de aquellos que lo rodean. Con su mirada llena de amor y su espíritu alegre, Cooper ha demostrado que la verdadera belleza viene de dentro, y que la discapacidad no es un obstáculo para vivir una vida llena de amor y propósito.
El perro con corazón de oro: Cooper llena de amor y superación
Cooper es un perro como cualquier otro. Juega, sale a pasear y siempre le gusta que sus dueños le hagan todos los mimos posibles. Sin embargo, su historia de superación se ha hecho virar en redes sociales debido a su aspecto.
Por culpa de una enfermedad llamada síndrome de la columna vertebral corta, este Foxhound americano mide la mitad que los perros de su raza. Cuando era apenas un cachorro, fue abandonado a su suerte por unos criadores al descubrir su malformación.
Debido a su problema, el animal no tenía cuello, por lo que pensaron que no sobreviviría y le dejaron cerca de un criadero ilegal de perros en Virginia. Allí fue donde los agentes del control de animales lo encontraron. El animal, de apenas dos meses, acabó en el refugio Bond Between, y tras ser curado de todos los parásitos que tenía, finalmente acabó junto a Elly y Andy Keegan.
Su enfermedad se debe a la endogamia, y es desgarrador pensar que lo desecharon cuando los criadores se dieron cuenta de que no les reportaría beneficios, han explicado sus dueños. Y es que, aunque tiene muchas limitaciones, según ellos Cooper es un perro muy alegre.
Por eso, al descubrir que en estos casos, la mayoría de los animales acaban sometidos a eutanasia, ha querido lanzar un mensaje: Tienen todavía mucho por vivir. Cooper es el perfecto ejemplo de ello. Ahora tiene una vida feliz y normal y es un miembro clave de nuestra familia.
Una vida llena de desafíos
En el caso de Cooper, al tener la columna vertebral enroscada, se fusionan su parte trasera y el cuello, haciendo parecer que no lo tuviera. De hecho, debido a la forma de su cuerpo, sufrió muchos problemas intestinales.
No podía ir al baño correctamente, lo que le causaba muchos problemas, ha explicado su dueña. Esto, sumando a diferentes infecciones óseas, hicieron que los primeros días de su vida fueran especialmente complicados, aunque actualmente hace vida normal dentro de lo posible.
Pero a pesar de todo, sigue siendo el perro más feliz. Allá donde va, llama la atención, pero le encanta. Tiene muchos fans en Facebook, donde cuenta con más de 32.000 seguidores y a través de su perfil cuenta cómo es su vida día a día.
Cooper es un ejemplo de que la vida no se rinde, y que con amor y dedicación, se puede superar cualquier obstáculo. Su historia es un llamado a la conciencia para que no se desechen a los animales con discapacidades, y que en lugar de eso, se les brinde el amor y el cuidado que necesitan.
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