En un mundo donde la información se ha convertido en un bien tan valioso como escaso, la figura del periodista se erige como una pieza fundamental en la construcción de una sociedad informada y crítica. En este sentido, Michael Ignatieff, experto en comunicación y defensor acérrimo de la libertad de expresión, destaca la importancia de la honestidad y la transparencia en la información como pilares fundamentales del periodismo de calidad. En una época donde la desinformación y la manipulación de la información son cada vez más comunes, la labor del periodista se vuelve más crucial que nunca. ¿Cómo podemos garantizar que la información que recibimos sea veraz y confiable? ¿Cuál es el papel del periodismo en la construcción de una sociedad democrática?
Michael Ignatieff defiende la importancia del periodismo honesto y transparente
El escritor, académico y expolítico liberal canadiense Michael Ignatieff ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2024, que distingue la labor creadora y/o de investigación de la antropología, la ciencia política, la demografía, el derecho, la economía, la ética, la filosofía, la geografía, la historia, la lingüística, la pedagogía, la psicología y la sociología.
En 2012, la Asociación de Periodistas Europeos (APE) le concedió el XXIX Premio de Periodismo Francisco Cerecedo por su firme defensa de la ética y de los valores universales frente al nacionalismo violento, su gran aportación a la superación de las diferencias étnicas y religiosas y sus trabajos para la BBC sobre el futuro de la guerra.
La buena conciencia del periodismo es hablar con sinceridad al poder
En su discurso de aceptación del premio Cerecedo en 2012, Ignatieff destacó la importancia del periodismo en una sociedad democrática y la necesidad de una prensa libre y crítica para controlar el poder. La buena conciencia del periodismo es la que habla con sinceridad al poder, afirmó.
Ignatieff también destacó la importancia de la libertad de expresión y la necesidad de un periodismo que no tenga miedo de cuestionar al poder. Las sociedades sin libertad no tienen periodismo, sino propaganda, advirtió.
El periodismo es un comercio efímero y perverso
El escritor canadiense también criticó la tendencia del periodismo a convertirse en un negocio más que en una profesión que busca la verdad. El periodismo es un comercio efímero y perverso. Las barreras de entrada son bajas. Cualquiera con un poco de cara e ingenio puede dedicarse a ello, dijo.
Ignatieff también se refirió a la tendencia del periodismo a buscar la cuota de mercado más que la verdad y a servir a intereses particulares en lugar de buscar la verdad.
La libertad es una virtud rebelde
En su discurso, Ignatieff defendió la importancia de la libertad de expresión y la necesidad de un periodismo que defienda la libertad. La libertad es una virtud rebelde, afirmó. No puede ser de otra manera. La libertad existe para que se use y se abuse de ella, se ningunee, y se ponga al servicio de causas nobles e innobles.
Ignatieff concluyó su discurso agradeciendo el premio y expresando su orgullo por haber sido parte de una profesión que busca la verdad y la justicia.
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