La declaración de la Renta 2023-2024 trae consigo importantes novedades que afectan a los contribuyentes que cuentan con más de un pagador. En este sentido, es fundamental tener en cuenta cuáles son los ingresos que se consideran como segundo pagador para realizar la declaración de manera correcta. Según la normativa vigente, aquellos ingresos provenientes de un segundo pagador deben ser declarados y se sumarán al total percibido durante el ejercicio fiscal. Es por ello que es crucial estar al tanto de cuáles son los ingresos que entran en esta categoría para evitar posibles errores y cumplir con las obligaciones tributarias de forma adecuada.
Impacto de tener más de un pagador en tu declaración de la Renta
La declaración de la Renta, que iniciará el próximo mes de abril, es una obligación tributaria que contempla excepciones para aquellas personas que perciben ingresos bajos o medios. Uno de los factores determinantes para determinar esta obligación es el número de pagadores que ha tenido el contribuyente a lo largo del año.
Un pagador es aquel que abona al contribuyente ingresos sujetos al IRPF, descontando una parte como anticipo del impuesto y enviándolo a Hacienda. Es importante mencionar que estas retenciones se ajustan al presentar la declaración de la Renta.
Ingresos que se consideran como segundo pagador en la declaración de la Renta
Un contribuyente puede tener uno o varios pagadores durante el año, lo cual implica recibir ingresos de diferentes fuentes con su propio CIF. No todos los ingresos provenientes de distintos CIF se consideran como segundo pagador, excluyendo algunos supuestos como cambios de titularidad en empresas, pagos delegados, rendimientos sujetos a retención fija, entre otros.
Efectos de tener dos o más pagadores en la declaración de la Renta
Contar con dos o más pagadores puede tener dos principales efectos en la declaración de la Renta. Por un lado, aumenta el umbral de renta para la obligación de declarar, siendo más bajo para quienes tienen múltiples pagadores. Por otro lado, puede resultar en una mayor posibilidad de tener que pagar impuestos en lugar de recibir un reembolso, dado que las retenciones aplicadas por cada pagador suelen ser menores a lo necesario para cubrir los ingresos totales del contribuyente.
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