El Puerto de Barcelona lanza la Ordenanza para mitigar el impacto ambiental de la flota marítima en sus aguas.
En un esfuerzo por reducir la huella ecológica de la actividad marítima, el Puerto de Barcelona ha lanzado una Ordenanza pionera para mitigar el impacto ambiental de la flota marítima en sus aguas. Esta iniciativa forma parte de la estrategia del puerto para alcanzar la sostenibilidad y reducir la contaminación generada por las operaciones marítimas. La Ordenanza establece una serie de medidas para controlar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación acústica y la generación de residuos, entre otras cuestiones. Con esta medida, el Puerto de Barcelona se posiciona como un referente en la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente.
El Puerto de Barcelona lanza la ordenanza ambiental para reducir el impacto de la flota marítima en sus aguas
El Consejo de Administración del Puerto de Barcelona ha anunciado la puesta en marcha de la Ordenanza para la prevención de la contaminación en la zona de servicio de la infraestructura por parte de los barcos. Esta medida tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de la flota marítima en las aguas del puerto.
La Ordenanza para la prevención de la contaminación permitirá al enclave ejercer un control más eficiente de los derrames en el mar y las emisiones de humos negros de los buques durante el fondeo, la entrada y salida del puerto y cuando están atracados. Además, establece condicionantes sobre los que los barcos pueden hacer determinadas operativas con el objetivo de reducir su impacto ambiental.
Según el presidente del Puerto, Lluís Salvadó, la Ordenanza es mucho más exigente que la normativa ambiental vigente y ha asegurado que sitúa al enclave barcelonés a la vanguardia de los puertos en el mundo.
Control de los humos negros
La norma establece un control de humos negros que generan los barcos a través de la Escala de Ringelmann, que determina el nivel de opacidad del humo en una clasificación del 0 al 5. En el caso de que se supere el nivel 2 se levantará un Acta administrativa que comportará un expediente y, en su caso, una sanción.
Además, la Ordenanza incluye la obligatoriedad de que los barcos que no usen combustibles de bajas emisiones funcionen con gas oil marítimo, y prohíbe el mantenimiento de motores cuando la Generalitat de Catalunya haya declarado el aviso preventivo de contaminación atmosférica o un episodio de contaminación.
Protección del agua
En cuanto al agua, la Ordenanza establece las condiciones en las que se pueden descargar aguas de lastre, aguas grises, limpieza de tanques y bodegas, limpieza de zonas sumergidas o por encima de la línea de flotación o el pintado, entre otros.
Se prohíben la mayoría de operaciones de riesgo, salvo en los casos que se garantice que no se producirá un episodio de contaminación de las aguas portuarias.
Con esta medida, el Puerto de Barcelona refuerza su compromiso con la protección del medio ambiente y se convierte en un ejemplo a seguir para otros puertos en todo el mundo.
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