- El telescopio James Webb descubre el secreto detrás del enigmático planeta 'inflado' en el espacio
- El misterio desvelado: James Webb descubre el secreto detrás del planeta 'inflado' en el espacio
- La sorprendente falta de metano
- La luz que atraviesa las atmósferas
- El núcleo masivo
- Espectroscopia de transmisión
- El calentamiento por mareas
- El misterio resuelto
El telescopio James Webb descubre el secreto detrás del enigmático planeta 'inflado' en el espacio
En un descubrimiento revolucionario, el Telescopio Espacial James Webb ha logrado desentrañar el misterio detrás de un planeta enigmático que ha intrigado a los científicos durante años. El planeta inflado, ubicado en una lejana región del espacio, había generado gran interés debido a su tamaño y composición desconocidos. Ahora, gracias a la tecnología de vanguardia del telescopio James Webb, los científicos han podido descubrir el secreto detrás de este fenómeno celestial. ¿Qué nos revela este hallazgo sobre la formación y evolución de los planetas en nuestro universo?
El misterio desvelado: James Webb descubre el secreto detrás del planeta 'inflado' en el espacio
El Telescopio Espacial James Webb ha capturado un área al noreste del corazón de la Nebulosa de Orión, revelando el secreto detrás del planeta 'inflado' WASP-107 b.
Con más de tres cuartas partes del volumen de Júpiter pero menos de una décima parte de su masa, WASP-107 b es uno de los planetas menos densos que se conocen. Ahora, nuevos datos del telescopio James Webb han ayudado a descifrar por qué este cuerpo gigante gaseoso está tan hinchado.
La sorprendente falta de metano
Los datos obtenidos con Webb, combinados con observaciones anteriores del telescopio espacial Hubble, muestran sorprendentemente poco metano (CH4) en la atmósfera de WASP-107 b, lo que indica que el interior del planeta debe ser significativamente más caliente y el núcleo mucho más masivo de lo que se estimaba anteriormente.
La luz que atraviesa las atmósferas
Las conclusiones, posibles gracias a la extraordinaria capacidad de Webb para medir la luz que pasa a través de las atmósferas de los exoplanetas, pueden explicar la hinchazón de docenas de exoplanetas de baja densidad.
Basándonos en su radio, masa y edad, pensábamos que WASP-107 b tenía un núcleo rocoso muy pequeño rodeado por una enorme masa de hidrógeno y helio, explica Luis Welbanks, de la Universidad Estatal de Arizona. Pero resultaba difícil entender cómo un núcleo tan pequeño podía absorber tanto gas y no llegar a convertirse en un planeta de la masa de Júpiter.
El núcleo masivo
Si, por el contrario, WASP-107 b tiene más masa en el núcleo, la atmósfera debería haberse contraído al enfriarse el planeta en el tiempo transcurrido desde su formación. Sin una fuente de calor para volver a expandir el gas, el planeta debería ser mucho más pequeño.
Espectroscopia de transmisión
El radio gigante de WASP-107 b, su extensa atmósfera y su órbita de borde lo hacen ideal para la espectroscopia de transmisión, un método utilizado para identificar los distintos gases de la atmósfera de un exoplaneta basándose en cómo afectan a la luz de las estrellas.
Los dos espectros -logrados con las mediciones de varios instrumentos del Webb y Hubble- muestran una sorprendente falta de metano en la atmósfera de WASP-107 b: una milésima parte de la cantidad esperada en función de su supuesta temperatura.
El calentamiento por mareas
Una fuente probable de la energía interna extra de WASP-107 b es el calentamiento por mareas causado por su órbita ligeramente elíptica. Dado que la distancia entre la estrella y el planeta cambia continuamente a lo largo de su órbita de 5,7 días, la atracción gravitatoria también cambia, estirando el planeta y calentándolo.
Los investigadores habían propuesto anteriormente que el calentamiento por mareas podría ser la causa de la hinchazón de WASP-107 b, pero hasta que no se obtuvieron los resultados del Webb, no había pruebas.
El misterio resuelto
En conjunto, resulta que WASP-107 b no es tan misterioso como parecía. Los datos de Webb nos dicen que los planetas como WASP-107 b no tuvieron que formarse de una manera extraña, con un núcleo superpequeño y una enorme envoltura gaseosa, afirma Mike Line, de la Universidad Estatal de Arizona.
En lugar de eso, podemos tomar algo más parecido a Neptuno, con mucha roca y no tanto gas, simplemente aumentar la temperatura y darle el aspecto que tiene.
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