La noticia del fallecimiento de la bebé en Paraguay que sorprendió al mundo al mostrar signos de vida durante su propio funeral ha conmocionado a la opinión pública. Tras un intenso debate ético y legal sobre la atención médica que recibió la pequeña, finalmente se ha confirmado su trágico desenlace. Este suceso ha generado una profunda reflexión sobre los protocolos de salud y los procedimientos de certificación de defunción. La historia de la bebé de Paraguay, cuyo caso se volvió viral en las redes sociales, deja una huella imborrable y plantea interrogantes sobre la calidad de la atención sanitaria en situaciones límite.
Trágico desenlace para la bebé de Paraguay que sorprendió a todos
La bebé que fue declarada muerta la semana pasada al poco tiempo de nacer, y que en medio de su funeral recuperó signos vitales, ha muerto finalmente. La niña estuvo ingresada desde entonces en el Hospital Regional de la localidad paraguaya de Ciudad del Este donde finalmente ha perdido la vida.
Muere la bebé que mostró signos de vida en su propio funeral
El director del Hospital Regional de Ciudad del Este, Federico Schrode, informó que la bebé falleció el viernes por un paro cardiorespiratorio, luego de seis días de haber estado en la Unidad de Cuidados Intensivos. La pequeña nació alrededor del mediodía del pasado viernes mediante una cesárea, después de que su madre, una joven de 21 años, presentó complicaciones en su séptimo mes de gestación.
Recién nacido en la incubadora
Schrode señaló que la bebé era un recién nacido pretérmino extremo de muy bajo peso, que nació a las 26 semanas de gestación y que pesaba 400 gramos. La niña permaneció en cuidados intensivos, en una incubadora e intubada a un respirador, desde el pasado 13 de abril cuando fue internada.
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Ignacio Medina, el padre de la niña, relató que poco antes de salir al cementerio, uno de sus tíos se percató de que la bebé movía la cabeza, verificando que su corazoncito estaba latiendo, por lo que fue trasladada nuevamente al Hospital Regional. Schrodel no descartaba que pueda tratarse de un caso de catalepsia, un suceso excepcional que ocurre una vez por cada cinco millones de nacimientos, por lo que a la niña la llamaron Milagros de Jesús.
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