Keir Starmer, la calma en un Reino Unido en tormenta
En un momento en que el Reino Unido se encuentra sumido en una tormenta política, con una crisis gubernamental y una situación económica cada vez más inestable, surge una figura que busca aportar calma y estabilidad en medio del caos. Keir Starmer, líder del Partido Laborista, se perfila como la opción más creíble para guiar al país hacia un futuro más próspero y seguro. Con su experiencia como fiscal general y su trayectoria política, Starmer se presenta como una voz de razón y sensatez en un panorama político cada vez más polarizado. ¿Podrá este líder laborista ser la respuesta a las necesidades del pueblo británico en estos momentos de incertidumbre?
La oportunidad de Keir Starmer: ¿un líder paciente y pragmático para un Reino Unido en crisis?
La de Keir Starmer es la historia de un hombre paciente. No han sido buenos tiempos para los laboristas tras 14 años de gobiernos conservadores y crisis constantes en el Reino Unido; la izquierda de hecho tampoco se han librado de los problemas y no encuentra un líder capaz de disputar el poder desde Tony Blair. Pero Starmer está ante su gran oportunidad.
Un líder pragmático
El actual líder del centroizquierda británico ocupa el cargo desde 2020, después de una época muy convulsa con Jeremy Corbyn y de que su partido tocase fondo en las últimas elecciones. Starmer es diputado por Holborn y St. Pancras desde 2015 y fue Director del Ministerio Público de 2008 a 2013. Su currículum está estrechamente ligado a la política pero dice que no se agarra al asiento, tal es así que en 2021 estuvo a punto de dimitir tras los malos resultados de los suyos en las elecciones locales.
Una mayoría más que suficiente
Ahora las encuestas les sonríen, con una mayoría más que suficiente y quizá un resultado récord para la ajustada época en la que se vive. Quienes le conocen defienden que es un hombre pragmático, convencido de una izquierda centrada y capaz de gestionar; sus críticos le ven como alguien demasiado tibio, y poco valiente.
Una izquierda centrada
Cree en la causa laborista e incluso Tom Baldwin, antiguo asesor de su amigo común Ed Miliband -otrora también líder del partido-, lo describe como peculiarmente difícil de precisar, lo que no es un comienzo alentador para los encargados de cuidar la imagen de un aspirante a primer ministro, según apunta la prensa británica.
Un candidato alérgico a las polémicas
Es un candidato que, en general, huye de polémicas. El brexit ya no es un tema y la economía pasa a un primer plano; Starmer dice tener la receta, abogando por una perspectiva más social y haciendo frente a acusaciones de los laboristas de que quiere subir los impuestos. El partido apuesta por reforzar el servicio público de salud y al mismo tiempo mantener inversiones en I+D.
Un giro en las políticas socialistas
Tampoco habrá, dice, grandes cambios respecto al cerrado apoyo del Reino Unido a Ucrania. Ahora, podrían los laboristas abrir la posibilidad de un reconocimiento del Estado palestino que a los tories ni se les pasa por la cabeza. Sin embargo, ha generado controversia en las últimas semanas, especialmente tras ser acusado de realizar una purga interna entre los candidatos más izquierdistas.
Un acuerdo de seguridad con la UE
Starmer aboga por estrechar lazos con la Unión Europea, pero sin hablar de volver a ella: el brexit como tal no es un tema que dé votos, y el candidato laborista lo asume. No vamos a volver a unirnos a la UE, no vamos a volver a unirnos al mercado único ni a la unión aduanera, avisó en el inicio de la campaña. Sin embargo, quiere una buena relación con Bruselas y vería con buenos ojos la firma con la UE de un acuerdo de seguridad, en un mapa marcado por la invasión rusa de Ucrania.
Un líder para unir al Reino Unido
Starmer repite en sus mítines que quiere hacerse cargo del descontento de la ciudadanía y quiere unir al país después de catorce años de caos. Su objetivo es abrir nuevos tiempos para el Reino Unido, y los números le salen. ¿Será capaz de liderar un cambio en el Reino Unido?
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