- La búsqueda de un hogar en Madrid se convierte en un imposible para los jóvenes, afectando negativamente su salud mental: No tengo un salario malo, pero la falta de un lugar para vivir me está expulsando de la ciudad.
- La búsqueda de un hogar en Madrid se convierte en un imposible para los jóvenes, afectando negativamente su salud mental
- La precariedad en el alquiler hace que los jóvenes madrileños se sientan expulsados
- Un problema de grandes ciudades: la preocupación por la vivienda se dispara en los municipios de más de 400.000 habitantes
- La crisis de la vivienda golpea más a España que a sus vecinos europeos con mayores subidas de precio y un 'ladrillo' menguado
- La sensación de indefensión les hace sentir que, aunque tengan un trabajo y se esfuercen, acceder a una vivienda es muy complicado
- La crisis de la vivienda en Madrid golpea a jóvenes: No tengo un mal sueldo, pero la falta de un lugar para vivir me está expulsando
La búsqueda de un hogar en Madrid se convierte en un imposible para los jóvenes, afectando negativamente su salud mental: No tengo un salario malo, pero la falta de un lugar para vivir me está expulsando de la ciudad.
La crisis habitacional en Madrid se ha convertido en una verdadera pesadilla para los jóvenes que buscan un lugar para vivir en la capital española. A pesar de tener un salario razonable, la falta de viviendas asequibles y la fuerte competencia en el mercado inmobiliario están llevando a muchos jóvenes al límite de la desesperación. La situación está teniendo un impacto negativo en la salud mental de estos jóvenes, que se sienten expulsados de la ciudad debido a la imposibilidad de encontrar un lugar donde vivir. En este artículo, exploraremos las causas y consecuencias de esta crisis habitacional y analizaremos las posibles soluciones para hacer que la vivienda sea accesible para todos.
La búsqueda de un hogar en Madrid se convierte en un imposible para los jóvenes, afectando negativamente su salud mental
La crisis de la vivienda en Madrid está expulsando a jóvenes de la ciudad, según un estudio del Consejo General de la Arquitectura Técnica (Cgate) en colaboración con GAD3. Un 40% de los jóvenes reconoce haber experimentado estrés o ansiedad en su casa; un 30%, soledad; y un 23% depresión.
Iago, un joven de 31 años, es un ejemplo de esta situación. Con un trabajo en remoto y un sueldo de 2.000 euros, acceder a un piso de alquiler se ha convertido en algo imposible para él. La razón es que su pareja tiene que hacerse cargo del pago de la casa de su madre en Ibiza y no puede aportar dinero, mientras que los arrendadores piden unos ingresos mínimos de 3.000 euros para pisos de 50 metros que valen más de 800 euros al mes.
No puedo comer ni dormir, vivo todo el día acelerado, sentencia Iago.
Lo triste de todo esto es pensar que no tengo un mal sueldo, pero que esta ciudad me está expulsando.
La precariedad en el alquiler hace que los jóvenes madrileños se sientan expulsados
Un tercio de los hogares en alquiler destinan entre 500 euros y 800 euros al pago de la renta, y el 38% de los ciudadanos se declaran angustiados ante la perspectiva de quedarse sin casa y tener que regresar al domicilio familiar.
En el caso de los jóvenes menores de 35 años, cerca de un 40% ha tenido que mudarse por razones económicas. Los datos no son baladíes.
Un problema de grandes ciudades: la preocupación por la vivienda se dispara en los municipios de más de 400.000 habitantes
La situación es crítica. Tras pasar incluso por una casa para mujeres víctimas de violencia machista, intentar alquilar con una amiga e incluso presentando a otra como aval, lo único que le quedó fue acudir al piso donde se encuentra subarrendada y que para ella no es óptimo para su hija de dos años.
La primera noche que dormimos allí la niña se tumbó encima de mí y no se soltó. Tenía miedo, reconoce Julia.
La crisis de la vivienda golpea más a España que a sus vecinos europeos con mayores subidas de precio y un 'ladrillo' menguado
Según la psicóloga María Flores Pinel, los problemas de acceso a la vivienda suelen estar presentes de alguna u otra manera en los pacientes. Ya sea porque la persona es joven aún y quiere plantear su futuro o porque ya tiene una edad u necesita su intimidad e independencia.
Esto puede generar muchos problemas de salud mental y una sensación de indefensión al sentir que, aunque tengan un trabajo y se esfuercen, es muy complicado acceder a una vivienda que permita una buena calidad de vida, agrega Pinel.
La sensación de indefensión les hace sentir que, aunque tengan un trabajo y se esfuercen, acceder a una vivienda es muy complicado
Según el responsable socioeconómico del Consejo de la Juventud de España (CJE), Javier Muñoz, en estos últimos diez años han aumentado seis veces más los casos de problemas psicológicos en jóvenes en España.
El 70% de los jóvenes (entre 18 y 30 años) que trabajan no pueden permitirse emanciparse o no están emancipados, apunta Muñoz.
Además, Muñoz destaca que el 56% de las personas con carencias materiales severas, la mayoría jóvenes, tienen problemas psicológicos, mientras que las personas que no lo tienen baja al 30%.
Seis de cada diez jóvenes con carencias materiales han tenido ideas suicidas, remata Muñoz.
La crisis de la vivienda en Madrid golpea a jóvenes: No tengo un mal sueldo, pero la falta de un lugar para vivir me está expulsando
La situación es desesperante. Los jóvenes necesitan un cambio en la política de vivienda para poder acceder a una vivienda digna y dejar atrás la sensación de indefensión y la angustia que les produce no poder tener un lugar propio.
Los jóvenes somos personas muy afectadas por la precariedad y esto incide directamente en la salud mental. Si un joven quisiera ir a dos sesiones de terapia, esto supone al mes un 15% de su salario medio, concluye Muñoz.
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