En el sector del transporte, una situación crítica está generando molestias a miles de conductores: la escasez de examinadores de tráfico. La demanda de permisos de conducir no cesa de crecer, pero la oferta de examinadores no logra cubrir la demanda, lo que está generando listas de espera de hasta tres meses. Esta situación no es nueva, ya que este problema se ha vuelto recurrente en los últimos años. La pregunta que surge es: ¿cuál es el origen de esta crisis y cómo se puede solucionar?
La crisis de examinadores de tráfico: listas de espera de hasta tres meses
En España, se realizan alrededor de 850.000 exámenes teóricos de conducir y 960.000 prácticos al año. Sin embargo, la falta de examinadores, problema derivado en parte por la escasez también de administrativos, está generando largas listas de espera en algunas provincias.
La situación no es homogénea en todo el país, pero en las jefaturas más afectadas, el tiempo para realizar la prueba práctica puede rondar los dos o tres meses, una situación que afecta tanto a los alumnos como a los funcionarios y las autoescuelas.
La escasez de examinadores provoca largas listas de espera
Según Álvaro Llamas, presidente de la Asociación Nacional de Autoescuelas (ANAES), y Enrique Lorca, presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas Españolas (CNAE), la falta de personal funcionario, tanto administrativo como examinador de tráfico, es la causa principal de esta precaria situación.
La falta de administrativos para realizar los trámites necesarios en las oficinas obliga a que tengan que ser los propios examinadores los que deban realizar esas tareas, dejando así de examinar a los alumnos, explica Llamas.
Un problema recurrente en España
La Dirección General de Tráfico (DGT) reforzará su plantilla de examinadores con la incorporación de 54 nuevos profesionales en las próximas semanas. Además, la DGT pondrá un plan de choque para contratar 500 nuevos administrativos con el fin de aliviar las listas de espera para exámenes del carné de conducir.
Si bien estas medidas son bienvenidas, los expertos consideran que son insuficientes para resolver el problema de raíz. Los funcionarios interinos ayudan, pero no suponen la solución definitiva, manifiesta el portavoz de CNAE.
Causas del contratiempo
Entre las causas del problema se encuentran la falta de personal funcionario, la estacionalidad de la demanda y el sistema de evaluación de conductores. En 2023, de los que aprobaron el examen del permiso clase B, solo el 46% lo consiguió en primera convocatoria, detalla María del Pilar Prieto, presidenta de la Asociación Española de Profesores de Formación Vial (Provial).
Consecuencias
Los principales afectados son los alumnos, los funcionarios y las autoescuelas. Los alumnos se ven sometidos a plazos desesperantes, con la consecuente tensión y sobrecoste económico que esto conlleva; los examinadores y operadores de información de esas jefaturas, se ven afectados por una sobrecarga de trabajo inabarcable y, por supuesto, las autoescuelas y otros sectores, que acusan el impacto negativo en su competitividad y empleabilidad, expone el presidente de CNAE.
Soluciones
Las asociaciones reclaman soluciones efectivas y definitivas para resolver el problema. Entre ellas se encuentra la dotación de personal suficiente a las jefaturas para que cubran las necesidades del servicio de exámenes y agilicen la capacidad de realizar pruebas de las mismas.
También se sugiere establecer un modelo público-privado para el servicio de exámenes, como ya se aplica en otros países como Portugal. Los estrictos y exhaustivos controles a los que se somete el sistema privado, a la hora de examinar y calificar a los aspirantes, certifican un proceso con todas las garantías, justifica el presidente de CNAE.
Por otro lado, se apuesta por cambiar todo el sistema de evaluación desde la base. La formación para la obtención de un permiso de conducir debería tener unos mínimos obligatorios, resalta Prieto.
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