Según los últimos datos publicados, la inflación en el mes de abril ha experimentado un ligero aumento, alcanzando un 3,3%, en comparación con el mes anterior. Sin embargo, de forma contraria, la tasa de inflación subyacente ha registrado un descenso hasta situarse en un 2,9%. Estos resultados revelan una evolución dispar en los precios durante el mes evaluado, con un incremento generalizado pero con ciertas excepciones en rubros específicos. Es importante analizar detenidamente estos indicadores, ya que la inflación tiene un impacto directo en la economía y en el poder adquisitivo de los ciudadanos, influyendo en las decisiones de consumo y en la política monetaria del país.
La inflación sube a 3,3% en abril mientras la subyacente desciende al 2,9%
Los precios han acelerado ligeramente en abril su ritmo de crecimiento. Según los datos provisionales avanzados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación ha subido en el cuarto mes del año una décima a una tasa interanual del 3,3% con respecto a marzo. Al excluir del cálculo el precio de la energía y los alimentos no elaborados por su alta volatilidad, el indicador subyacente se sitúa en el 2,9%, por debajo de la tasa general por primera vez desde noviembre de 2022.
De este modo, la inflación continúa todavía por encima del 2,8% anotado en febrero, aunque por debajo del 3,4% en el que arrancó el año en enero tras repuntar por una primera subida del IVA de la luz al 10%. La retirada total de la bonificación fiscal sobre la electricidad, que recuperó el tipo ordinario al 21%, produjo de nuevo un aumento de los precios en marzo al 3,2%. En cambio, el IPC de los alimentos sí se moderó, bajando un punto hasta una tasa interanual del 4,3%, la más baja desde finales de 2021, aunque todavía por encima de la media de la eurozona.
Tanto el índice general como el subyacente persisten muy alejados de los niveles en los que se situaban hace un año, cuando la inflación general registraba una tasa del 4,1% inmersa en plena desescalada y la subyacente llegaba al 7,5%. Con las subidas de precios cada vez más cerca del redil, el Banco Central Europeo (BCE) vigila de cerca su evolución en España y en el conjunto de la eurozona para decidir el rumbo de la política monetaria. A la espera de conocer los datos de abril, España fue en marzo la gran economía de la UE con la tasa de inflación más alta, ya que el dato no superó el 2,5% en Francia, Alemania ni Italia.
De Guindos anticipa que los tipos de interés bajarán en junio: Es un hecho consumado
Por el momento, el BCE mantiene los tipos de interés en máximos históricos en torno al 4,5%, si bien lleva semanas allanando el terreno para iniciar las bajadas y apunta a junio para dar el paso definitivo hacia el cambio de tendencia. El último en pronunciarse en este sentido fue el vicepresidente de la autoridad monetaria, Luis de Guindos, que afirmó la semana pasada que la bajada del precio oficial del dinero en junio es un hecho consumado, aunque no dio todavía por ganada la batalla contra la inflación. En ese sentido, la mayoría de previsiones coinciden en que el IPC crecerá de media en España en torno a un 3% en el conjunto de 2024, todavía por encima del objetivo del 2% al que el BCE pretende devolver los precios.
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