En un giro inesperado de los eventos, la costa española se encuentra en estado de alerta ante la inesperada llegada de dos fenómenos naturales y humanos que han alterado la tranquilidad costera previa al inicio de la temporada estival. Por un lado, la aparición masiva de medusas en aguas españolas ha generado preocupación entre los bañistas y empresarios del sector turístico, que ven peligrar sus planes de verano. Por otro lado, la arribada de naves portuguesas en aguas españolas ha generado un clima de incertidumbre en la frontera marítima compartida entre ambos países. ¿Cuáles serán las consecuencias de esta situación para la economía y la seguridad costera española?
Medusas sin tregua: invasión de marinas portuguesas altera tranquilidad costera española
Las costas gallegas y la Costa Brava están siendo invadidas por medusas velero y carabelas portuguesas, según investigadores de la Universidad Europea de Canarias. Estas especies, aunque diferentes en cuanto a su peligrosidad para el ser humano, han llegado a nuestras costas antes del verano.
Investigaciones y factores climáticos
Existen numerosos estudios sobre la distribución de las poblaciones de medusas, que señalan que la temperatura, las corrientes marinas y los patrones de viento específicos pueden afectar la llegada de estas especies a nuestras costas. El buceador científico y educador ambiental, Juan D. López, destaca que, aunque las altas temperaturas pueden contribuir a la llegada temprana de medusas, no son el único factor climático importante.
El aumento de la temperatura del agua puede acelerar el metabolismo de las medusas y aumentar su tasa de reproducción, lo que contribuye a una mayor presencia en ciertas áreas. Por otro lado, los cambios en las corrientes marinas pueden transportar larvas de medusas y medusas adultas a nuevas áreas, lo que provoca que aumente su presencia en costas donde antes no eran tan comunes.
Recomendaciones para el contacto con medusas
La ambientóloga María Victoria Rodríguez explica que es un malentendido común pensar que las medusas atacan activamente, cuando en realidad las picaduras ocurren cuando las personas entran en contacto con los 'cnidocitos', las células urticantes de sus tentáculos que usan para capturar sus presas.
En caso de contacto con una medusa, se recomienda no lavar la zona afectada con agua dulce, sino enjuagar la piel con agua de mar para asegurarse de eliminar cualquier residuo de las toxinas, y remover con pinzas si quedaran tentáculos. También se pueden aplicar cremas que contengan corticoides para manejar la inflamación resultante, pero con el necesario consejo profesional.
La predicción de la llegada de medusas
Las concentraciones de las medusas pueden variar cada año dependiendo de múltiples factores climáticos y ecológicos, lo que hace que la gestión y predicción de estas situaciones sean complejas y dinámicas.
Los factores que incrementan la llegada de estas especies pueden ser desde ligeros cambios en corrientes marinas por cambios de temperaturas hasta borrascas como la pasada 'Nelson' que provocan cambios repentinos en la distribución de éstas respecto al patrón supuesto de llegada en verano.
Los investigadores concluyeron que es posible la proliferación o llegada de diferentes especies de medusas, además de la carabela portuguesa, en toda la geografía costera española, pero las mayores concentraciones han aparecido regularmente en las áreas costeras de Costa Brava, mar de Alborán, Baleares, Canarias y Galicia.
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