La mortalidad maternal en el mundo disminuye un 34%, pero 800 mujeres mueren cada día en el parto.

La noticia titulada La mortalidad maternal en el mundo disminuye un 34%, pero 800 mujeres mueren cada día en el parto revela datos impactantes sobre la situación de las mujeres durante el embarazo y el parto a nivel mundial. A pesar de la disminución del 34% en la mortalidad maternal, es alarmante que aún 800 mujeres mueran cada día debido a complicaciones durante el parto. Estas cifras ponen de manifiesto la urgente necesidad de seguir trabajando en la mejora de la atención médica a las mujeres embarazadas y en la prevención de riesgos durante el parto. Es fundamental que se implementen medidas efectivas para reducir estas trágicas pérdidas y garantizar un acceso equitativo a una atención de calidad para todas las mujeres en todo el mundo.

Mortalidad materna se reduce un % a nivel mundial, pero mujeres mueren diariamente

En 1994, 179 países del mundo se reunieron en una cumbre en El Cairo y acordaron una agenda audaz para situar la salud y los derechos reproductivos de las mujeres en el centro del desarrollo económico y social. Tres décadas después, Naciones Unidas ha revelado que el consenso y la cooperación han logrado reducir un 34% la mortalidad materna, aunque alerta de que en los últimos años esta desaceleración se ha estancado y cada día mueren 800 mujeres durante el final del embarazo o en el parto, principalmente en países de África.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha presentado este miércoles en Madrid el informe que hace balance de los avances y retos pendientes en salud y derechos reproductivos de las mujeres. Entre los logros que mantienen el optimismo de las expertas destaca que los embarazos en la adolescencia se han reducido un tercio, que la cifra de mujeres con acceso a anticonceptivos se ha duplicado, que ya hay leyes contra la violencia de género en 162 países y que se registran un tercio menos de infecciones por VIH.

Pese a estas grandes conquistas, el informe reconoce que la reducción de la mortalidad materna está perdiendo fuelle, hasta el punto de que en algunos lugares del mundo retrocede. En países como Sudán, Nigeria o Chad siguen muriendo más de 1.000 mujeres al año por causas relativas al embarazo y el parto.

La ONU responsabiliza por tercera vez a España de un caso de violencia obstétrica durante el parto. Las mujeres y las niñas pobres, las que pertenecen a minorías étnicas, raciales o indígenas o viven en entornos de conflicto tienen más probabilidades de morir por no obtener la atención sanitaria oportuna.

El diagnóstico de la situación refleja que persisten grandes desigualdades que siguen impidiendo que millones de mujeres gocen de salud reproductiva y derechos en el ámbito sexual. A nivel global, el documento revela que una cuarta parte no puede negarse a mantener relaciones sexuales con su marido o pareja y que las mujeres con discapacidad tienen hasta diez veces más probabilidades de sufrir violencia de género, incluida violencia sexual.

Se ha progresado mucho desde 1994, pero hay que ir más allá, ha reivindicado Neus Bernabeu, portavoz del Fondo de Población de Naciones Unidas, durante la presentación del estudio. Los obstáculos identificados estos años, además de la desigualdad, son la discriminación, los sesgos y el estigma. Más recientemente se les ha añadido otro: el auge de un ímpetu contrarreformista en derechos reproductivos de las mujeres, tal y como ha destacado la secretaria de Estado de Cooperación, Eva Granados.

Mirando al futuro, Naciones Unidas defiende que un gasto adicional de 79.000 millones en países con ingresos bajos y medios para el año 2030 generaría 660.000 millones de dólares en beneficios económicos, evitaría 400 millones de embarazos no planificados y salvaría un millón de vidas.