En un sorprendente y valiente movimiento, La Princesa Amalia de Holanda ha decidido dar un giro inesperado a su vida. La hija del Rey Guillermo Alejandro y la Reina Máxima ha tomado la decisión de no aceptar la asignación anual de un millón de euros que le correspondía por ser miembro de la familia real. En lugar de eso, ha optado por utilizar este dinero para financiar su independencia y vivir de manera autónoma. Esta elección inesperada supone un cambio radical en la vida de la princesa, que busca forjarse su propio camino y tomar el control de su futuro. Esta noticia ha generado gran interés y sorpresa en los círculos reales y políticos de Holanda.
Amalia de Holanda rompe su silencio y cambia de opinión sobre su herencia de 1 millón de euros
La princesa Amalia de Holanda, hija de los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, ha decidido romper su silencio y cambiar de opinión sobre su herencia económica. Según el experto en asuntos de la realeza holandesa, Rick Evers, Amalia ha enviado una carta al Primer Ministro para informarle de su decisión de no renunciar a los ingresos que le corresponden como heredera.
Hace tres años, Amalia renunció al sueldo de 300.000 euros que le correspondía por su condición de heredera al trono holandés. En aquella época, la joven decidió que no utilizaría ese dinero hasta que terminara sus estudios, ya que se sentía incómoda con el estipendio mientras tenga poco que ofrecer a cambio, cuando hay otros estudiantes que lo están pasando mal; sobre todo por la incertidumbre de la pandemia.
Además de renunciar a ese sueldo, Amalia también decidió no hacer uso de los 1,3 millones de euros anuales que le correspondían como asignación, además de los 300.000 euros extras.
En la nota manuscrita que ha enviado al equipo de Gobierno, Amalia ha comunicado que con el paso del tiempo y otras circunstancias sorprendentes, ahora es previsible que tendré que tener en cuenta gastos de personal y materiales con vistas a cumplir mi función de forma independiente y autónoma, incluyendo una secretaría y reservas para un lugar donde vivir y trabajar.
Según la carta, a partir del 1 de enero de 2025, cuando Amalia tenga 21 años, podrá hacer uso de esa cantidad para sus gastos institucionales. Sin embargo, seguirá renunciando al sueldo de 300.000 euros que también le corresponden como heredera, hasta que finalice sus estudios.
A partir de 2025, Amalia deberá justificar todos los gastos que lleve a cabo a cargo de ese presupuesto anual de 1.300.000 euros. Esta decisión marca un cambio en la forma en que Amalia aborda su herencia económica, y muestra su compromiso con su función como heredera al trono holandés.
La noticia ha generado gran interés en los medios de comunicación y en la opinión pública, ya que Amalia ha demostrado ser una figura comprometida con sus responsabilidades y con la transparencia en su gestión económica.
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