La regla 3-30-300 se presenta como una estrategia innovadora y eficaz recomendada por expertos en el campo de la salud para mejorar tanto la salud física como mental de las personas. Según los especialistas, esta regla consiste en realizar 3 minutos de actividad física intensa, seguidos de 30 minutos de ejercicio moderado y finalmente, 300 minutos de actividad ligera a lo largo del día. Este enfoque integral busca promover una rutina de actividad física variada y equilibrada que impacta positivamente en el bienestar general. Se destaca que la regla 3-30-300 ha demostrado ser beneficiosa para la salud cardiovascular, la resistencia física y la salud mental, siendo una herramienta valiosa para aquellos que buscan mejorar su calidad de vida.
La regla: estrategia clave para mejorar salud física y mental en ciudades
El día a día puede resultar estresante e influir de forma negativa en la salud de las personas, sobre todo si llevan un estilo de vida ajetreado y con poco tiempo para sí mismas. Por suerte, existen numerosas estrategias para combatir este problema y conseguir una mejor calidad de vida. Entre ellas, destaca una que pueden llevar a cabo las autoridades para contribuir a la felicidad de sus ciudadanos: la regla 3-30-300.
En un intento por abordar los desafíos del bienestar en entornos urbanos, el investigador holandés Cecil Konijnendijk propone este método para aumentar la satisfacción y mejorar las rutinas de sus residentes. Este método se basa en buscar un equilibrio entre el tiempo dedicado a la naturaleza, la actividad física y la interacción en entornos agradables.
Konijnendijk abordó la regla 3-30-300 tras décadas de investigación sobre los efectos del entorno urbano en la salud mental y física de las personas. Sugiere que una ciudad bien planificada y la conexión con la naturaleza se relacionan con una reducción del estrés, un aumento de actividad física y un incremento del bienestar en general.
Árboles y bienestar: la importancia de la regla en entornos urbanos
Para lograr un estado de salud mental óptimo, el investigador indica que los ciudadanos deben poder ver al menos tres árboles desde su casa. Según el estudio, poder ver el verde desde las ventanas ayuda a las personas a mantenerse en contacto con la naturaleza y también puede proporcionar una sensación de tranquilidad y descanso.
Mantener un 30% de cobertura forestal en las ciudades también ayuda a que los habitantes se mantengan saludables. La mejora del microclima influye en la salud mental y física, además de reducir la contaminación y aportar una sensación de frescor. Al crear barrios más frondosos, la gente tenderá a pasar más tiempo al aire libre y a relacionarse con sus vecinos.
La regla también señala la importancia de la proximidad y el fácil acceso a lugares verdes que puedan utilizarse para el ocio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja vivir a una distancia máxima de 300 metros de un espacio verde. La cercanía a uno de estos entornos fomenta actividades como caminar, correr o andar en bicicleta.
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