La textura alimentaria, un obstáculo para los niños con autismo: mayor rechazo a los alimentos con texturas no deseadas

La textura alimentaria, un obstáculo para los niños con autismo: mayor rechazo a los alimentos con texturas no deseadas

La relación entre la textura alimentaria y el auténtico es un tema que ha generado gran interés en la comunidad científica y médica en los últimos años. Un estudio reciente ha revelado que los niños con autismo presentan un mayor rechazo a los alimentos con texturas no deseadas, lo que puede afectar directamente su salud nutricional y su bienestar general. Esta investigación destaca la importancia de considerar la textura alimentaria como un factor clave en la elaboración de planes de alimentación personalizados para niños con autismo, con el fin de fomentar una alimentación equilibrada y adecuada para sus necesidades específicas.

La textura alimentaria, un obstáculo para los niños con autismo: ¿qué influye en su rechazo a los alimentos?

Un estudio financiado por la Fundación Solidaridad Carrefour y realizado por a·Autismo de ATADES, en colaboración con la Fundación Alícia, ha revelado que los niños con autismo pueden mostrar un mayor rechazo a los alimentos debido a su textura que por su sabor.

El estudio, titulado Estudio comparativo sobre selectividad alimentaria en grupo de niños y niñas con Trastorno del Espectro del Autismo y desarrollo típico, ha concluido que los niños con autismo, en comparación con niños sin autismo, entre los 2 y 6 años, muestran una mayor selectividad en la aceptación de alimentos según su textura.

La importancia de la textura en la alimentación

En el área sensorial, se establecen mayores selectividades, siendo los alimentos de ciertas texturas los más rechazados. Sin embargo, no se detectaron diferencias destacables en la calidad de la dieta y selectividades en cuanto al color, olor o sabor entre los grupos de estudio.

La vicepresidenta de Atades, Susana Álvarez, destacó que la selectividad alimentaria es un desafío significativo para muchos niños y niñas con TEA y sus familias. La rigidez en las preferencias alimentarias puede tener un impacto profundo en la nutrición, la salud general y la dinámica familiar.

Integración sensorial para mejorar la alimentación

Según las conclusiones del estudio, es fundamental abordar la selectividad alimentaria en niños con autismo, ya que puede tener un impacto negativo en su salud y bienestar. Para la coordinadora de a·Autismo, Paula Rodríguez, en nuestra práctica profesional observamos que la selectividad alimentaria representa un reto y un desafío, que provoca situaciones muy estresantes para las familias y los niños, puesto que influye directamente en la salud.

Las profesionales que participaron en el Estudio destacaron la importancia de tener en cuenta los procesos de alimentación complejos y los factores individuales que influyen en la selectividad alimentaria. Con este estudio, se busca desarrollar apoyos para las familias y profesionales, a través de una página web y un recetario.

Es necesario hacer que la comida sea algo agradable para el niño, y para lograrlo, es fundamental comprender mejor las causas y las implicaciones de la alimentación en niños con TEA.

El estudio es un paso importante para abordar el reto de la selectividad alimentaria en niños con autismo y desarrollar estrategias efectivas para mitigar sus efectos.