Según el reciente informe publicado, se ha evidenciado un aumento significativo en el número de estudiantes con autismo, llegando a cuadruplicarse en tan solo doce años. Esta tendencia al alza plantea un desafío importante en el ámbito educativo, ya que se hace necesario que los apoyos y recursos destinados a estos alumnos aumenten en proporción a fin de garantizar una educación inclusiva y de calidad para todos. Es fundamental que las autoridades competentes y las instituciones educativas se comprometan a implementar medidas concretas que favorezcan la inclusión y el desarrollo pleno de los estudiantes con autismo, brindando las herramientas necesarias para su aprendizaje y bienestar en el entorno escolar.
Aumento del alumnado con autismo en las escuelas españolas
El aumento casi exponencial de alumnos con autismo en las escuelas no universitarias en España es resultado del diagnóstico temprano de esta condición. Según el último informe sobre Alumnado con Necesidad Específica de Apoyo Educativo del curso 2022-2023, se ha registrado un incremento del 13,3 % en un año, alcanzando un total de 78.063 estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). En la última década, esta cifra se ha cuadriplicado, pasando de 13.000 alumnos en el curso 2011-2012 a los actuales 78.063 estudiantes. Es importante destacar que el alumnado con autismo es el más numeroso entre aquellos con necesidades específicas de apoyo educativo asociado a discapacidad, representando casi el 30%.
La socióloga Marta Plaza, del área de Investigación de Autismo España, considera que este aumento en el número de alumnos con autismo es un indicador positivo, ya que refleja una mejora en los diagnósticos. Asimismo, se observa que el porcentaje de estudiantes con autismo es más elevado en las etapas educativas de Primaria y se detecta una mayor proporción de niñas diagnosticadas, lo que sugiere una mayor sensibilidad en el diagnóstico femenino.
El apoyo educativo para alumnos con autismo debe ser una prioridad
La inclusión real de los alumnos con autismo en el sistema educativo requiere de más recursos educativos y un apoyo adecuado. A pesar de que se ha incrementado el número de diagnósticos, especialmente en etapas tempranas, se observa una disminución significativa de estos alumnos en las etapas postobligatorias como Bachillerato y Formación Profesional. Esta situación se debe, en gran medida, a la escasez de apoyos educativos a partir de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Es fundamental que los apoyos educativos se mantengan a lo largo de toda la trayectoria académica de los alumnos con autismo, ya que estos recursos son necesarios para garantizar su éxito académico, su participación social y su bienestar emocional. La falta de formación en temas de discapacidad y autismo por parte de los profesionales de la educación también contribuye a la deserción escolar en etapas superiores.
La inclusión real de alumnos con autismo necesita más recursos educativos
Los alumnos con autismo experimentan mayores índices de acoso escolar en comparación con el resto de estudiantes, lo cual puede ser un factor determinante en su decisión de abandonar los estudios. Es fundamental abordar esta problemática mediante adaptaciones y apoyos personalizados que favorezcan la integración social de estos alumnos en el entorno escolar.
Para lograr una inclusión real y efectiva, es imprescindible que los recursos educativos crezcan al mismo ritmo que los diagnósticos de autismo. La presencia de estos alumnos en las aulas no es suficiente, es necesario que cuenten con los apoyos necesarios para garantizar su desarrollo académico, social y emocional a lo largo de toda su vida escolar.
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