Moncloa se encuentra en la encrucijada de buscar un delicado equilibrio entre mantener a Bildu como socio parlamentario y al mismo tiempo demostrar contundencia sobre ETA en el marco de la campaña vasca. La estrategia del gobierno central se ve desafiada por la necesidad de preservar la estabilidad política mientras se enfrenta al desafío de transmitir un mensaje firme en contra del terrorismo. La presencia de Bildu como actor político clave en el País Vasco añade complejidad a la situación, ya que su histórica vinculación con la izquierda abertzale genera tensiones en la comunicación gubernamental. En este contexto, Moncloa se ve obligada a navegar con prudencia para no comprometer la cohesión interna del ejecutivo ni debilitar su postura frente a la violencia terrorista.
El Gobierno busca equilibrar su postura entre Bildu y la firmeza ante ETA en la campaña vasca
La Ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, destacó la contundencia gubernamental al condenar la postura de Bildu sobre ETA. Enfatizó que negar el carácter terrorista de ETA es inaceptable y una falta de respeto a las víctimas y a la democracia.
El Gobierno reconoce la necesidad de contar con Bildu en el Congreso para aprobar sus normas, pero subraya que su relación se limita a lo parlamentario. Destacan que su único socio es Sumar, con quien comparten coalición.
En medio de la campaña vasca, donde las encuestas muestran una ventaja de Bildu sobre el PNV, el Gobierno se esfuerza por mantener el equilibrio entre la contundencia en la campaña y la realidad legislativa. Evitan tensar la cuerda para no poner en riesgo la aprobación de sus normas.
Desde Moncloa califican de inadmisible la postura de Bildu y reafirman su firmeza. Aunque reconocen avances en la relación con Bildu, insisten en que su negacionismo es incompatible con la democracia. El Gobierno busca conciliar la contundencia con la necesidad de contar con Bildu en el ámbito parlamentario.
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