En un sorprendente giro de los acontecimientos, un padre cansado que había pasado toda la noche en guardia de pediatría con su hijo enfermo, sufrió un infortunio inesperado cuando se dio cuenta de que había perdido las llaves de su moto. Sin embargo, lo que parecía ser un día aún más desastroso, tomó un giro inesperado cuando un buen samaritano encontró las llaves y se las devolvió. Este acto de amabilidad no fue casualidad, sino que se produjo justo después de que el padre hubiera demostrado su propia compasión y empatía con otros padres en la sala de espera de la pediatría.
Un médico pierde las llaves de su moto después de una guardia de pediatría y el 'karma' se lo arregla con un gesto solidario
Hay oficios que hacen honor al concepto de servicio público, como por ejemplo, el de médico, aún más quizá cuando se trata de pediatría. Quizá eso, si se cree en ese concepto, suma puntos para el 'karma', como le pasó a un residente de pediatría.
El propio médico lo contaba en una cuenta de Twitter anónima donde suele publicar algunos casos que recibe en la unidad en la que trabaja, la de Cuidados intensivos de neonatal.
Salgo de una guardia de UCI neonatal horrorosa sin haber descansado apenas nada y cuando me estoy cambiando para irme a casa a dormir por fin, me doy cuenta que he perdido las llaves de la moto. Lo que me faltaba, contaba el doctor, junto a una imagen.
Voy para ver si me la han robado y me encuentro esta nota.
La nota decía: Hola, compi motero. He encontrado tus llaves tiradas en la carretera. Las tengo yo. Estoy en Maternidad. Te dejo mi tlf. y te las doy. Soy Sergio, que había aguantado bajo la lluvia, como se aprecia en la imagen.
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Sergio, a parte de ser buenísima persona, porque podría simplemente haber pasado del tema, acaba de ser padre. Después de este favorazo (ya me veía pasándome la mañana en la comisaría sin haber dormido ni 2 horas) ya le he dicho que tiene un pediatra a un toque para toda la vida, añadía el médico.
Eso sí, no todo podía ser bueno. Maravillosa experiencia volverse a casa en moto sin apenas haber dormido y lloviendo como si no hubiera un mañana, se lamentaba el facultativo.
Este gesto solidario cambió el día del médico, demostrando que a veces, la bondad de las personas puede hacer una gran diferencia en la vida de los demás.
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