En una noticia que ha conmocionado a la opinión pública, se informa que el Príncipe rumano Paul Lambrino ha sido arrestado bajo acusaciones de corrupción, lavado de dinero, tráfico de influencias y soborno. Estos graves cargos han generado un escándalo en la sociedad rumana, donde la familia real es objeto de atención constante. La detención del príncipe Lambrino, quien se presume tenía un papel destacado en la esfera política y social del país, ha despertado interrogantes sobre la integridad y transparencia de las instituciones. Las autoridades han asegurado que se llevará a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y garantizar la justicia en este caso que ha sacudido los cimientos de la monarquía rumana.
Detención del príncipe rumano Paul Lambrino por corrupción y lavado de dinero
El príncipe Paul Lambrino, descendiente directo del rey rumano Carlos II, ha sido arrestado por una serie de delitos que incluyen corrupción, lavado de dinero, tráfico de influencias y soborno. Este hecho ha sido reportado por Vanitatis, que ubica al detenido en un contexto familiar marcado por disputas y conflictos hereditarios en un país, Rumanía, donde la monarquía ha sido abolida como forma de gobierno.
Carlos II de Rumanía vivió una vida llena de escándalos y excesos que lo llevaron a abdicar en favor de su único hijo legítimo, Miguel de Rumanía, primo de la reina Sofía. Por otro lado, fruto de su primer matrimonio con Zizi Lambrino, no reconocido legalmente, nació Carlos Mircea Lambrino en 1919. Ni él ni su hijo, Paul, fueron reconocidos por el rey Fernando como miembros de la Casa Real, lo que generó una disputa legal que se resolvió a favor de Paul en 2012, cuando se le reconoció oficialmente como heredero de Carlos II.
Según la orden de detención, Lambrino habría colaborado con un grupo criminal que buscaba recuperar de forma ilegal propiedades y bienes confiscados por el régimen comunista a la familia real, valuados en 145 millones de euros. En 2020 fue condenado a tres años de prisión por estas actividades, pero logró evadir su arresto inicial. Posteriormente, una orden de arresto europea permitió su localización en Francia, donde estuvo bajo prisión preventiva antes de quedar en libertad bajo fianza.
Deficiencias en el proceso impidieron su extradición a Rumanía, argumentando su defensa que su detención era una venganza de la familia real por considerarse legítimo heredero. Recientemente, fue nuevamente detenido en Malta durante una reunión con la Orden de los Caballeros de Malta. Aún está por determinarse si será devuelto a Rumanía o juzgado en Francia, donde afirma residir actualmente.
Cabe resaltar la curiosa respuesta de Lambrino ante la jueza respecto a su empleo, alegando que no tiene ninguno por ser de la realeza.
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