¿Qué está detrás de la marea de incidentes en Boeing? Descubre los posibles motivos detrás de la crisis del gigante de los cielos

En los últimos tiempos, la empresa aeroespacial Boeing ha sido noticia por una serie de incidentes que han puesto en jaque la seguridad de sus aviones y la confianza de los pasajeros. Desde accidentes fatales hasta fugas de combustible y problemas de sistemas, la lista de incidentes ha sido interminable. Sin embargo, detrás de esta marea de incidentes se esconde una crisis más profunda que afecta a la propia esencia de la empresa. En este artículo, descubriremos los posibles motivos que han llevado a esta situación y analizaremos las implicaciones que conlleva para la industria aeroespacial en su conjunto.

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¿Qué está detrás de la marea de incidentes en Boeing?

La confianza en la seguridad de los aviones Boeing se ha visto sacudida en las últimas semanas. Dennis Tajer, piloto y principal portavoz de la Allied Pilots Association, el sindicato de pilotos de American Airlines, expresó su inquietud: Estoy en un estado de alerta en el que nunca había estado en un avión, porque no confío en que hayan seguido los procesos que me han mantenido a salvo en los aviones Boeing durante más de tres décadas.

Una serie de incidentes

Una serie de incidentes

La historia del declive de Boeing comenzó en enero de 2024, cuando una aeronave perdió parte de su fuselaje y reventó una ventana en pleno vuelo. Poco después, la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos ordenó la inmovilización temporal de determinados Boeing 737 MAX 9.

Apenas una semana después, un Boeing 737-800 de la aerolínea japonesa ANA se vio obligado a regresar al aeropuerto tras detectarse una grieta en una de las ventanillas de la cabina del avión. A esta incidencia, le siguió la del Boeing 747 de la compañía Atlas Air, que se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Miami tras sufrir un fallo en uno de sus motores poco después del despegue.

Tres incidentes en una semana

En la última semana, se han producido tres incidentes con aviones Boeing: el primero de ellos, el pasado martes cuando un Boeing 787-900 de Air France que viajaba de París a Seattle (EEUU) tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en la localidad canadiense de Iqaluit, en la región ártica del país, tras detectarse un olor a quemado en la cabina.

Al día siguiente, un Boeing 737-900 de Alaska Airlines que volaba a Seattle procedente de Cincinnati realizó otro aterrizaje de emergencia poco después de despegar tras el fallo de uno de sus dos motores, según informaron medios de comunicación locales.

Ese mismo día se produjo el tercer incidente cuando un avión de carga Boeing 763 de la compañía de logística estadounidense FedEx, procedente de París, aterrizó de morro en Estambul sin que se produjeran víctimas.

La crisis de Boeing

La crisis de Boeing viene de lejos. Uno de sus modelos, el 737 Max, sufrió dos accidentes en 2018 y 2019, a causa de un problema con sus sistemas de control de vuelo, causando la trágica muerte de un total de 346 pasajeros en dos vuelos de Ethiopian Airlines y Lion Air, que despegaron de Addis Abeba y Yakarta, respectivamente.

Según James Surowiecki, que escribió sobre ello en The Atlantic, lo que le ha sucedido al gigante de los cielos tiene que ver con un cambio en la cultura de la empresa: hasta finales de los años 90 la empresa estaba en manos de ingenieros que dirigían el diseño y elección de sus modelos. Sin embargo, en 1997 la competidora McDonnell Douglas hizo cambios de gestión en la compañía que desplazaron del centro el producto para poner el foco en los beneficios.

Un cambio en la cultura

Harry Stonecipher, antiguo Director General de McDonnell Douglas y Director General de Boeing de 2003 a 2005, lo expresó sin rodeos: Cuando la gente dice que cambié la cultura de Boeing, esa era la intención: hacer que funcionara como un negocio y no como una gran empresa de ingeniería.

Adam Dickson, ex alto directivo de Boeing, admite que existe un abismo entre los ejecutivos y los trabajadores en la fábrica. Hace más de una década que es tóxico confiar en la cultura de Boeing, afirma. Se pueden añadir medidas de seguridad, se pueden añadir procedimientos. Pero la cuestión fundamental de la desconfianza hace que esos cambios sean casi ineficaces, añade.

La pregunta sigue siendo: ¿qué está pasando con el gigante de los cielos? ¿Será capaz de recuperar la confianza de los pasajeros y de la industria aeronáutica?

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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