La popular red social TikTok ha anunciado su decisión de demandar la ley de Estados Unidos que les obliga a vender su plataforma a una empresa estadounidense, en medio de crecientes tensiones geopolíticas. La noticia surge luego de que el gobierno de EE.UU. estableciera un plazo para que Bytedance, empresa matriz de TikTok con sede en China, cediera el control de la red social a una compañía estadounidense. TikTok ha expresado su desacuerdo con esta medida y ha afirmado que tomará acciones legales para defender sus intereses y los de sus usuarios. Esta controversia evidencia la compleja relación entre las potencias mundiales en el ámbito de la tecnología y la privacidad de los datos.
El día de hoy, TikTok ha anunciado su decisión de llevar a los tribunales la ley aprobada por el Congreso de los Estados Unidos que impone a ByteDance, un conglomerado tecnológico chino, la obligación de vender las operaciones de la red social o enfrentar una prohibición para operar en territorio estadounidense. La compañía ha señalado que considera esta ley inconstitucional y la impugnará en los tribunales, argumentando que los hechos y la ley están claramente a su favor y confiando en que prevalecerán en esta controversia.
En un comunicado oficial, TikTok ha defendido que ha realizado inversiones significativas para garantizar la seguridad de los datos de los usuarios estadounidenses, asegurando que la red social opera de manera independiente y libre de influencias externas. Ante una eventual prohibición, la empresa ha advertido que afectaría a siete millones de negocios en los Estados Unidos y privaría de voz a 170 millones de ciudadanos que utilizan la plataforma para compartir sus experiencias y encontrar inspiración.
La compañía ha manifestado su compromiso de seguir invirtiendo e innovando para mantener un entorno seguro en el que los usuarios de todas las procedencias puedan disfrutar de la red social y compartir contenidos de manera confiable.
TikTok desafía prohibición y defenderá sus operaciones en tribunales
En un contexto en el que la Casa Blanca ha promulgado una ley que otorga a ByteDance un plazo de 270 días para encontrar un inversor que no sea considerado un adversario extranjero, TikTok se niega a ceder a las presiones y continúa desafiando cualquier intento de prohibición. Durante la administración de Donald Trump, se intentó forzar la venta de las operaciones estadounidenses de TikTok a un inversor, pero los tribunales intervinieron deteniendo dicha operación, argumentando motivos de seguridad nacional.
En esta nueva etapa, la ley recién promulgada por el presidente Joe Biden brinda la posibilidad de ampliar el plazo en 90 días adicionales, lo que daría un máximo de un año para que TikTok cambie de manos. Congresistas y funcionarios del gobierno han expresado preocupación por la posibilidad de que China acceda a información de usuarios estadounidenses a través de ByteDance, lo que podría influir en lo que los usuarios ven en la aplicación.
A pesar de las presiones y las especulaciones, TikTok y ByteDance han afirmado que no tienen intenciones de vender la empresa, destacando que la plataforma aporta significativamente a la economía estadounidense y que la mayoría de sus acciones están en manos de inversores globales.
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