En un escándalo que hace tambalear la confianza en la política exterior de Estados Unidos, un reciente informe ha revelado un shockante hallazgo que deja al mundo con la boca abierta. Según fuentes confiables, el gobierno de Estados Unidos ha estado enviando armas en masa al crimen organizado mexicano, un hecho que genera más preguntas que respuestas. ¿Cuáles son los motivos detrás de esta política clandestina? ¿Quiénes son los responsables de esta operación encubierta? En las próximas líneas, exploraremos los detalles de este escándalo que sacude la relación entre ambos países.
Armas de EE UU en manos del crimen organizado mexicano
México se prepara para elegir a su nuevo presidente en un clima de inseguridad que no cesa. El crimen organizado ha asesinado a decenas de aspirantes políticos en más de sesenta ataques, especialmente contra candidatos municipales.
La violencia es una parte integral de la vida diaria en México, donde más de 180.000 personas han sido asesinadas desde que López Obrador asumió la presidencia. Además, más de 5.000 de estas muertes han sido catalogadas de feminicidios, y unas 36.000 personas han desaparecido.
El gran tráfico de armas
Para mantener el pulso con el Estado, los cárteles mexicanos necesitan armas, muchas armas. Y según una reciente filtración de la inteligencia militar mexicana, armerías y contrabandistas estadounidenses aparecen vinculados a al menos 78.000 armas de fuego que han cruzado la frontera de norte a sur desde 2018.
El gobierno de López Obrador ha estado luchando contra la industria armamentista de Estados Unidos, a la que considera una de las razones que explican la violencia ligada al crimen organizado en el país. Según datos oficiales, cada año pasan de EE UU a México más de medio millón de armas.
La conexión entre EE UU y el crimen organizado mexicano
El gobierno mexicano ha presentado demandas contra empresas fabricantes y distribuidoras de armas estadounidenses ante una corte federal en Boston y otra en Tucson (Arizona). Tras sufrir varios reveses en los tribunales, en enero la Corte de Apelaciones del Primer Circuito de EEUU dictó sentencia a favor de México en su demanda contra la industria armamentista.
La Ley de Protección al Comercio Legal de Armas (PLCAA), impulsada durante la Administración de George W. Bush, blinda a los fabricantes de armas ante cualquier demanda surgida por el mal uso que se dé a sus productos.
El consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana, Alejandro Celorio, explicó que las armas están en México, no por generación espontánea, sino por la irresponsabilidad de las empresas que permiten que los criminales puedan acceder a ellas en EE UU.
El gobierno mexicano asegura incluso que armas de uso exclusivo del ejército estadounidense están entrando en México. La ministra de Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, dijo en enero que la secretaría de la Defensa alertó a los Estados Unidos sobre armas que están entrando a México que son de uso exclusivo del ejército estadounidense, y es muy urgente que se haga una investigación al respecto.
Según la canciller, el 70% de las armas ilegales que se incautaron a los cárteles proceden de EE UU. Desde 2018, las autoridades mexicanas aseguran haberse incautado de 221 ametralladoras automáticas, 56 lanzagranadas y una docena de lanzacohetes, además de vehículos blindados y drones lanzadores de bombas.
La filtración de la inteligencia militar mexicana muestra que compradores de paja estadounidenses estaban vinculados a las armas. El diario USA Today cita el caso del texano Craig Adlong, quien compró 95 rifles semiautomáticos en una armería en Katy (Texas).
La información sobre el tráfico de armas es mantenida en secreto por el gobierno de EE UU. La cláusula de una ley del Congreso conocida como la 'Enmienda Tiahrt', aprobada en 2003, protege a las armerías del escrutinio.
El representante del Ministerio de Exteriores mexicano, Alejandro Celorio, ha dicho que respeto que el gobierno de Estados Unidos quiera blindar esto, pero es frustrante que la información no sea pública.
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