En el marco de la propuesta de reducir la jornada laboral en España, pequeñas empresas han lanzado una fuerte advertencia contra este cambio. Según sus cálculos, la implementación de esta medida tendría un costo elevadísimo de 42.400 millones de euros, lo que supondría un fuerte impacto económico en el país. Además, advierten que esta reducción de jornada afectaría a tres cuartas partes de los asalariados en España, lo que tendría consecuencias graves en la economía y el mercado laboral. Estas cifras y predicciones han generado un debate intenso en torno a la viabilidad y conveniencia de esta medida, que ha despertado la atención de empresarios, sindicatos y gobierno.
La reducción de jornada laboral enfrenta la oposición de los empresarios
El Ministerio de Trabajo está decidido a aprobar una reducción en la jornada máxima legal de 40 horas actuales a 37,5 horas en 2025, sin que esto suponga una merma de salario para los trabajadores. Sin embargo, esta iniciativa cuenta con la férrea oposición de los empresarios, que piden que esta cuestión se dirima en los convenios colectivos y así pueda adaptarse a la realidad de cada sector.
Un coste de 42.400 millones de euros para la economía
La patronal Cepyme ha elaborado un informe en el que estima que la reducción de jornada le costaría 42.400 millones de euros a la economía del país. De ellos, 11.800 millones es el coste que supondría que los asalariados trabajen menos horas cobrando lo mismo, y 30.600 millones de euros es el valor añadido que la economía dejaría de producir si las empresas no sustituyen esas horas perdidas con más mano de obra.
La mayoría de los asalariados se verían afectados. Según Cepyme, tres de cada cuatro asalariados actualmente se vería afectado por la bajada de horas, lo que supone 8,8 millones de trabajadores por cuenta ajena en todo el país.
Los sectores más afectados
Los sectores que más impactados se verían son la hostelería, el comercio, las actividades inmobiliarias y la agroganadería, donde la práctica totalidad de los trabajadores realiza jornadas de más de 37,5 horas semanales. La afectación sería grande también en los sectores del transporte y las actividades profesionales, científicas y técnicas, donde más del 80% de los asalariados rebasan ese tiempo de trabajo.
La necesidad de estudio y diálogo
Los empresarios argumentan que es necesario estudiar la situación de estos sectores y de las empresas que en ellos más afectación tendría dicha medida, ya que algunos de ellos atraviesan por una fase de transformación y de mayor vulnerabilidad. Además, defienden que la mejor vía para reducir la jornada laboral es la negociación colectiva, es decir, que las empresas y los trabajadores negocien las horas trabajadas en los convenios colectivos que correspondan.
La patronal carga contra la reducción de jornada, argumentando que sería un golpe para la economía y las pequeñas empresas no podrían absorber el impacto. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, descartó que los empresarios vayan a presentar cualquier tipo de documento en respuesta al ultimátum del Ministerio de Trabajo.
El debate sobre la reducción de jornada laboral sigue abierto, con posiciones encontradas entre el Gobierno y los empresarios. ¿Será posible encontrar un acuerdo que satisfaga a todas las partes?
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