En un controversial desarrollo, las aerolíneas han decidido rechazar la multa impuesta por la Dirección General de Consumo, argumentando que esta medida va en contra de la normativa europea. Esta decisión ha generado un gran debate en el sector, ya que se considera que la multa es desproporcionada y no tiene fundamento legal. Las aerolíneas alegan que la normativa europea establece ciertos estándares de calidad que no se han vulnerado, por lo que la multa es injustificada. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre en la industria, ya que se desconoce cómo se desarrollará esta situación en el futuro.
Aerolíneas rechazan multa de Consumo: Va en contra de la normativa europea
La patronal que representa a un 85% del cielo español, ALA, ha emitido un comunicado en el que expresa su rechazo frontal a la multa de 150 millones de euros impuesta por Consumo a cuatro compañías aéreas (Ryanair, Vueling, easyJet y Volotea) por cobrar el equipaje de cabina y por obligar a imprimir el billete.
La decisión de prohibir el cobro de la maleta de cabina que realizan algunas compañías aéreas y de multar con cuantías desproporcionadas esta práctica va en contra de la normativa europea, según la asociación.
Impacto en los pasajeros
ALA argumenta que los consumidores se verán perjudicados con la decisión de suprimir la opción de los pasajeros de contratar exactamente lo que necesiten. No podrían beneficiarse de pagar solo por los servicios indispensables, obligándoles a contratar servicios que no utilizan, cuestiona el presidente de ALA, Javier Gándara.
Según la patronal, el impacto se trasladará a los 50 millones de pasajeros que solo viajan con el equipaje de mano bajo el asiento.
Incompatibilidad con la normativa europea
ALA señala que la sanción iría en contra de la normativa europea, ya que choca frontalmente con la iniciativa reciente de la Comisión Europea, que aboga por que las compañías aéreas fijen unas franquicias comunes o estándares de equipaje de mano.
La patronal explica que las aerolíneas colaboran con esta normativa en la que se especifica claramente que las tarifas con diferentes servicios adicionales desarrolladas los últimos años han implicado ventajas y más oferta para los pasajeros.
Impacto turístico
Las aerolíneas temen que la decisión de la cartera que dirige Pablo Bustinduy impacte directamente contra la competitividad de España respecto al resto de estados de la UE como destino turístico.
Corremos el riesgo de que una parte de esos 50 millones de pasajeros dejen de beneficiarse de pagar solo por los servicios indispensables y opten por otros destinos, con el consiguiente impacto en el PIB, el empleo y la conectividad aérea de nuestro país, añade Gándara.
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