Trotamundos de La Rambla de Barcelona llevan su lucha a Europa para evitar expulsión de la emblemática vía
En un fuerte golpe contra la diversidad cultural, la Administración municipal de Barcelona ha decidido expulsar a los trotamundos y vendedores ambulantes de la emblemática La Rambla, uno de los lugares más turísticos y emblemáticos de la ciudad condal. Sin embargo, los afectados no se rinden y han decidido llevar su lucha a Europa, exigiendo que se respete su derecho a trabajar y a la libertad de expresión. La medida, que busca recuperar la zona para los peatones, ha generado un intenso debate social y ha movilizado a la comunidad artística y cultural de la ciudad.
La lucha por La Rambla: expajareros piden amparo para evitar desahucio
Un grupo de antiguos pajareros de la Rambla de Barcelona ha decidido llevar su lucha contra el desahucio a instancias internacionales. Han pedido amparo al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y han reclamado medidas cautelares para evitar ser desalojados por el Ayuntamiento de Barcelona hasta que no haya sentencia.
Xavier Cuenca, paradista mayoritario y propietario de 5 de las 11 paradas actuales, está pendiente de sentencia también de un juzgado de Barcelona. Los antiguos pajareros lamentan la falta de voluntad de diálogo del consistorio y aseguran que están dispuestos a abandonar las paradas si el Instituto Municipal de Mercados los reubica, pero esta solución ha sido denegada por el Ayuntamiento.
Este colectivo, que suma un centenar de trabajadores, acumula una decena de recursos y acciones judiciales para detener su desahucio de la icónica calle en 2021. En octubre de 2023, los expajareros, que venden souvenirs desde que en 2010 la normativa municipal les impidió seguir vendiendo animales, perdieron su batalla en el Parlament de Catalunya para que saliera adelante una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que se les declarara Patrimonio Cultural Inmaterial.
En ese momento, el Ayuntamiento aseguró que ya estaban fuera de la licencia municipal. Sin embargo, Cuenca defiende que los permisos no están caducados porque se renovaron implícitamente, coincidiendo con dos modificaciones administrativas que aplicó el consistorio en los años 1998 y 2009.
«El Ayuntamiento dice que no nos toca estar aquí, nosotros no pensamos lo mismo», defendió Cuenca en una conversación con 20minutos.es. Está previsto que en febrero de 2026, cuando las obras se lleven a cabo en el tramo central de la vía, tengan que dejar sus puestos vacíos. Para entonces, esperan haber llegado a un acuerdo con el consistorio.
La lucha de los antiguos pajareros de La Rambla es una batalla para mantener su presencia en una de las calles más emblemáticas de Barcelona. Con su petición de amparo al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, esperan encontrar una solución que les permita seguir vendiendo souvenirs en la Rambla.
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