Turbulencias en el imperio energético: Red Bull divide la propiedad entre dos familias millonarias
En un movimiento que ha generado gran expectación en el mundo empresarial, Red Bull, la empresa austríaca conocida por su bebida energética, ha decidido dividir su propiedad entre dos familias millonarias. Esta decisión marca un cambio significativo en la estructura de la empresa, que hasta ahora había sido controlada por Dietrich Mateschitz, cofundador y propietario mayoritario de la marca. La división de la propiedad se produce en un momento en el que la empresa enfrenta desafíos en el mercado, particularmente en cuanto a la creciente competencia y las restricciones regulatorias.
Red Bull divide la propiedad entre dos familias millonarias: ¿Fin a la hegemonía?
Los propietarios multimillonarios de Red Bull GmbH han registrado el menor pago en dividendos de los últimos cuatro años, una consecuencia directa del aumento de los costes operativos y de la creciente competencia en el mercado estadounidense, factores que limitaron el crecimiento de las ganancias de la empresa.
Red Bull, reconocida mundialmente por su innovadora estrategia de marketing, que incluye el patrocinio de eventos deportivos extremos y equipos de competición de alto perfil, distribuyó un total de 810 millones de euros en dividendos y pagos relacionados entre sus dos grupos de accionistas principales en 2023: Mark Mateschitz, hijo del fundador de la empresa, y la familia Yoovidhya de Tailandia, que también posee una parte considerable de la misma.
Un año de cambios
Este año marcó un hito importante para Red Bull, ya que fue el primer ejercicio completo desde la muerte de su cofundador y figura icónica, Dietrich Mateschitz. Tras su fallecimiento, su hijo Mark asumió el control del 49% de las acciones, heredando una responsabilidad significativa en el futuro de la empresa.
Sin embargo, 2023 también supuso un cambio en las políticas de distribución de dividendos. Por primera vez desde 2018, la familia Mateschitz no recibirá un pago adicional en forma de bonificación, según lo reflejado en una resolución de accionistas registrada oficialmente en Austria.
Cambios en la estructura de pagos
En años anteriores, Red Bull implementaba una política de distribución de dividendos prorrateados entre todos los accionistas, complementada con pagos extraordinarios destinados tanto a la compañía de Mateschitz como a Chalerm Yoovidhya, el cofundador tailandés de Red Bull, quien además posee un 2% de las acciones de forma individual. Desde 2020, Chalerm ha recibido un pago anual fijo de 3,2 millones de euros, incluyendo el correspondiente a 2023.
A pesar de estos cambios en la estructura de pagos, Red Bull sigue adhiriéndose a su estricta política de no endeudarse, lo que la distingue dentro de la industria de la alimentación. La compañía también se mantiene hermética sobre sus operaciones internas, lo que convierte a los documentos corporativos en una de las pocas fuentes de información pública sobre su situación financiera.
Resultados financieros
En términos de resultados financieros, Red Bull registró un aumento del 9% en las ventas netas, alcanzando los 10.600 millones de euros en 2023. No obstante, el crecimiento de los costos de producción y distribución redujo el impacto en los ingresos netos, que solo crecieron un 3,1%, alcanzando los 1.700 millones de euros.
El crecimiento de ingresos es significativamente inferior al de los dos años anteriores, cuando las ventas superaron el 20% de incremento anual, impulsadas por la creciente demanda de bebidas energéticas en todo el mundo.
Desafíos en el mercado estadounidense
El mercado estadounidense ha jugado un papel crucial en la reciente dinámica de Red Bull, ya que enfrenta una competencia creciente por parte de marcas locales y multinacionales que buscan capturar parte de la lucrativa industria de bebidas energéticas.
El incremento de la competencia ha intensificado la presión sobre la empresa para mantener su participación de mercado, al mismo tiempo que ha tenido que lidiar con el aumento en los costes de producción, como materias primas y logística, lo que ha limitado su capacidad para generar mayores márgenes de ganancia.
Red Bull sigue siendo un jugador dominante en el sector de las bebidas energéticas, pero los desafíos financieros y estratégicos a los que se enfrenta actualmente reflejan las tensiones inherentes a mantener su liderazgo en un mercado global cada vez más competitivo.
¿Fin a la hegemonía de Red Bull?
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