Una mujer con ludopatía confiesa que robó dinero público, alegando que pensaba reponerlo
En un caso que ha generado gran conmoción en la comunidad, una mujer ha confesado haber robado dinero público para financiar su adicción al juego. La mujer, que padece ludopatía, alega que siempre tuvo la intención de reponer el dinero, pero no pudo controlar su adicción. Esta situación ha generado un gran debate sobre la responsabilidad en casos de ludopatía y el papel del Estado en la prevención y tratamiento de este tipo de adicciones. En las próximas líneas, profundizaremos en los detalles de este caso y exploraremos las implicaciones legales y sociales que conlleva.
Ludopatía y malversación: Mujer admite robar 170.000 euros para juegos y compras
Una mujer, Esther M.R., ha admitido haber robado 170.000 euros de fondos públicos para financiar su adicción al juego y compras compulsivas. La acusada, que trabajaba como auxiliar administrativa en dos entidades locales menores en Villavieja del Cerro y Villamarciel, ambas en la demarcación del Ayuntamiento de Tordesillas (Valladolid), se enfrenta a peticiones de cinco años de cárcel de la Fiscalía y ocho años de la acusación particular.
Según la Fiscalía, la acusada desvió fondos de las dos entidades, apoderándose físicamente del dinero de las tasas de agua y basuras, y haciendo derivaciones a través de recibos e ingresos a su propia cuenta bancaria.
Adicción al juego y compras compulsivas
La acusada ha reconocido que sufría de ludopatía y adicción a las compras, y que había gastado el dinero robado en ropa, bolsos y cremas. También admitió que siempre había jugado a la lotería, aunque nunca había ganado más de cien euros.
La defensa de la acusada ha reclamado la absolución, alegando que su ludopatía grave y adicción compulsiva a las compras la hacían no consciente de sus acciones. Alternativamente, la defensa considera que estas circunstancias deberían ser consideradas como una atenuante muy cualificada.
La vista oral
La vista oral comenzó este viernes en la Audiencia de Valladolid, con la selección del jurado popular. La acusada ha declarado que siempre pensaba reponer el dinero que había cogido, pero que no recordaba cuando empezó a quedarse con dinero.
La defensa ha situado la vida de la procesada en la precariedad económica, siempre limitada por obligaciones de cuidado de familiares, y ha recalcado que, con el tiempo, fue fijando expectativas en mejorar sus circunstancias poniendo sus sueños en el juego.
El ministerio público demanda una pena de cinco años de prisión e inhabilitación absoluta durante quince años, además del abono de las indemnizaciones correspondientes a las entidades afectadas.
La vista continuará el próximo lunes con la declaración de testigos.
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