La Generalitat de Cataluña ha anunciado que restringirá la circulación de vehículos con etiqueta amarilla en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a partir del año 2026, con el objetivo de reducir la contaminación atmosférica en la región. Esta medida implica que los vehículos con dicha etiqueta tendrán limitaciones para circular en determinadas zonas de Cataluña. Asimismo, se ha establecido que a partir del año 2028 se prohibirá totalmente la circulación de los vehículos con etiqueta amarilla en las ZBE, como parte de las acciones para mejorar la calidad del aire y promover una movilidad más sostenible en la comunidad autónoma.
Cataluña restringirá vehículos con etiqueta amarilla en Zonas de Bajas Emisiones
La Región de Cataluña ha anunciado que limitará la circulación de vehículos con etiqueta amarilla en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a partir del año 2026. Esta medida se enmarca en el Plan de Calidad del Aire, Horizonte 2027, que será aprobado en las próximas semanas mediante un decreto oficial por parte de la Generalitat. Uno de los objetivos principales de este plan es mejorar la calidad del aire que respiran los habitantes de Barcelona y su área metropolitana.
Prohibición total de vehículos con etiqueta amarilla en ZBE
El mencionado plan contempla que en el año 2028, cuando se activen avisos por contaminación, se prohibirá completamente la circulación de vehículos con etiqueta amarilla en las Zonas de Bajas Emisiones. Esta medida, que busca reducir la emisión de gases contaminantes y mejorar la calidad del aire, forma parte de un conjunto de 83 medidas y 291 acciones detalladas en el documento publicado recientemente.
Entre las medidas destacadas se encuentra la restricción inicial de la circulación de vehículos con etiqueta amarilla, la mayoría de ellos diésel aunque también algunos de gasolina, en las ZBE. Posteriormente, dos años más tarde, se implementará la prohibición total de estos vehículos en dichas zonas. Este enfoque busca reducir la contaminación atmosférica y promover un entorno más saludable para los ciudadanos.
Además de las medidas relacionadas con el tráfico, el plan también contempla acciones dirigidas hacia la actividad industrial y nuevos planteamientos urbanísticos. Todo ello con el propósito de garantizar un aire más limpio y saludable para los habitantes de Barcelona y su área metropolitana, contribuyendo así a la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida de la población.
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