El Ejército británico levanta la prohibición de barbas para los soldados.

El Ejército británico ha dado un paso significativo al anular la norma que prohibía a los soldados dejarse barba. Esta decisión marca un cambio en la tradición militar, permitiendo a los miembros del ejército expresar su individualidad a través de su apariencia física. La modificación de la normativa refleja una adaptación a los tiempos modernos y a una mayor tolerancia hacia la diversidad entre las filas. Con esta medida, se fomenta un ambiente de inclusión y se reconoce la importancia de respetar las elecciones personales de los soldados, sin que esto afecte a su profesionalismo o disciplina. Es un paso hacia la modernización y el reconocimiento de la identidad individual dentro de las fuerzas armadas.

Soldados británicos podrán dejarse barba tras anulación de norma restrictiva

Después de un siglo de espera, los soldados del Ejército británico finalmente podrán disfrutar del privilegio de cultivar barba sin tener que afeitarse constantemente. Según informó The Times, el gobierno ha decidido permitir que las tropas luzcan barba, siempre y cuando cumplan con rigurosos criterios de higiene y apariencia.

Esta nueva normativa no aplicaba a los marines o a los pilotos de las Fuerzas Aéreas. Tras un estudio interno y la aprobación del rey Carlos III, un mando militar comunicó a las tropas que aquellos que lo deseen podrán dejarse crecer la barba durante la Semana Santa, sujetos a una posterior evaluación para determinar si cumplen con los criterios establecidos.

De ahora en adelante, las barbas deberán ser completas, con una longitud entre 2,5 y 25,5 mm, recortadas en los pómulos y el cuello. Se prohíbe el crecimiento irregular o desigual así como colores exagerados, según lo dispuesto en un póster distribuido a los militares.

A diferencia del Ejército, donde históricamente los soldados debían mantenerse afeitados o con bigote, en la Marina británica las barbas siempre fueron permitidas, al igual que en la Real Fuerza Aérea desde 2019.

El ministro de Defensa, Grant Shapps, abogó por cambiar esta ridícula norma, argumentando que otros Ejércitos del mundo han demostrado ser capaces de combatir con barba. Se espera que esta medida fomente el reclutamiento de más soldados, dado que muchos jóvenes prefieren lucir vello facial en la actualidad.