En una decisión que impactará de manera significativa en el sector financiero y energético, el Gobierno ha anunciado su intención de hacer permanente este año el impuesto que recae sobre la banca y las eléctricas, aún en ausencia de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Esta medida, que se presenta como un recurso para obtener recursos fiscales adicionales, supone un importante cambio en la política tributaria nacional y genera un nuevo escenario para las entidades afectadas. La permanencia de dicho impuesto, que anteriormente se había establecido de forma temporal, plantea desafíos y controversias en el ámbito económico y político, así como incertidumbre en cuanto a sus implicaciones a largo plazo.
Gobierno planea hacer impuesto a banca y eléctricas permanente
La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, durante un desayuno informativo de Europa Press, anunció que el Gobierno ha decidido hacer permanente el impuesto que se creó en 2022 sobre los beneficios extraordinarios de la banca y compañías energéticas. A pesar de la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para 2024, se trabaja en modificar este impuesto de todas formas.
Hay que ver si encontramos dónde introducimos esta modificación, explicó Ribera. En caso de no realizarse ninguna acción este año, la tasa temporal finalizaría a finales de 2024. Se plantea evolucionar este impuesto a un sistema que fomente la inversión, aunque no se han dado detalles sobre cómo se aplicará ni cómo las entidades podrán desgravarse las inversiones en renovables.
Los ministerios de Hacienda, Industria y Transición Ecológica trabajan en hallar la forma de aprobar esta modificación de manera distinta a través de un proceso que no incluya los Presupuestos. María Jesús Montero, ministra de Hacienda, liderará este proceso de cambio en el impuesto.
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