El Índice Nasdaq y el S&P 500 cierran la semana con pérdidas, su peor desempeño desde abril, debido a la caída de las acciones tecnológicas.

El Índice Nasdaq y el S&P 500 cierran la semana con pérdidas, su peor desempeño desde abril, debido a la caída de las acciones tecnológicas.

La Bolsa de Valores de Estados Unidos registró un cierre negativo en la semana pasada, con dos de los índices bursátiles más importantes, el Nasdaq y el S&P 500, experimentando pérdidas en sus cotizaciones. Esta tendencia bajista se debió principalmente a la caída de las acciones tecnológicas, que han sido el motor principal del crecimiento bursátil en los últimos años. Esta situación se considera el peor desempeño de ambos índices desde abril, lo que ha generado inquietud entre los inversores y analistas financieros.

Índices financieros caen en su peor semana desde abril, tecnológicas lideran la baja

Los índices Nasdaq y S&P 500 cerraron este viernes su peor semana desde abril, con caídas del 3,65% y del 1,97%, respectivamente, debido a la desinflación del bum tecnológico derivado del desarrollo de la inteligencia artificial (IA) en Wall Street.

Por el contrario, el Dow Jones acumuló una ganancia del 0,72% en la semana, y el menos conocido índice Russell 2000, integrado por empresas de baja capitalización, subió un 1,68%. Estos cambios reflejan un cambio en las apuestas de los inversores.

Nasdaq y S&P 500 cierran la semana con pérdidas

El Nasdaq terminó la semana en 17.726 puntos tras bajar este viernes un 0,81%, mientras que el S&P 500 cerró en 5.505 puntos tras ceder un 0,71%. El Dow Jones, que marcó un récord el miércoles, perdió un 0,93% y cerró en 40.287 puntos.

Los inversores están haciendo cambios en sus carteras, vendiendo acciones que han tenido un buen recorrido, como las tecnológicas, para obtener beneficios, y apuestan por otros sectores con la próxima baja de los tipos de interés en mente, que se prevé para septiembre.

Tecnológicas lideran la baja

Nvidia, la 'niña bonita' de la IA, cayó esta semana un 8%, seguida de otras grandes como Amazon (-5%), Alphabet (-4,8%) o Apple (-4%).

El mercado de valores está experimentando una rotación que se esperaba hacía tiempo. Los inversores están sacando el dinero de las grandes tecnológicas que han tenido buenos resultados y moviéndolo a otras áreas del mercado, según el analista Glen Smith, de GDS Wealth Management.

Inversores se preparan para un cambio político

Los inversores también se preparan para un potencial cambio de ciclo político, dada la ventaja en las encuestas del candidato republicano a las elecciones de noviembre, el expresidente Donald Trump, frente a su rival demócrata, el presidente Joe Biden.

Una potencial Administración Trump tendría implicaciones importantes a nivel macro y de mercado, con impactos clave probablemente en torno a la política comercial y los aranceles, según analistas de Goldman Sachs.

Incertidumbre en el mercado

La incertidumbre ante esas perspectivas monetarias y políticas se vio también en la cotización del oro, considerado un activo seguro, que se elevó a un récord a principios de semana, pero terminó en 2.402 dólares (2.205 euros) la onza tras la recogida de beneficios de los inversores.

Noticias corporativas

A nivel corporativo, este viernes destacó la tecnológica Crowdstrike, que perdió un 11% tras una actualización defectuosa de su plataforma de seguridad en los sistemas operativos Windows, que ha provocado incidencias a nivel global en aerolíneas, aeropuertos, hospitales y medios de comunicación.

La gran banca también publicó sus resultados trimestrales, generalmente buenos, especialmente por sus negocios de inversiones y gestión de riqueza, pero que muestran grietas en la salud del consumidor, lastrado por la inflación y los altos tipos de interés, por lo que han aumentado las reservas contra impagos.

Otros mercados

En otros mercados, el petróleo de Texas cierra la semana con una caída superior al 3%, en 80,25 dólares (73,68 euros) el barril, por el potencial alto el fuego en Gaza, que reduce los riesgos para la oferta, y por las dudas sobre la fortaleza de la demanda tras datos débiles de China.