En un giro inesperado en la política catalana, Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, ha lanzado una acusación contundente contra dos de los miembros más destacados de su propio gobierno. Según Puigdemont, la vicepresidenta Oriol Junqueras y el secretario de Seguridad Joaquim Forn estarían haciendo política con la policía al anunciar el nombramiento de Josep Lluís Trapero como nuevo director de los Mossos d'Esquadra. Esta acusación ha generado un gran revuelo en el panorama político catalán, ya que se cuestiona la transparencia y la imparcialidad en la toma de decisiones relacionadas con la seguridad en la región.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, acusa a la vicepresidenta y al secretario de Seguridad de hacer política con la policía
El candidato de Junts, Carles Puigdemont, ha lanzado una dura crítica contra la vicepresidenta, Oriol Junqueras, y el secretario de Seguridad, Joaquim Forn, acusándolos de hacer política con la policía a tan solo unos días de las elecciones catalanas.
Durante una rueda de prensa sobre los retos demográficos de Cataluña, Puigdemont ha denunciado que el anuncio hecho por Salvador Illa, cabeza de lista del PSC, sobre el nombramiento de Josep Lluís Trapero como director general de los Mossos d'Esquadra es una ocurrencia de campaña.
Puigdemont ha reprochado a Illa que haga política con la policía a solo 3 o 4 días de las elecciones, y ha llamado a preservar los profesionales del combate partidista. Yo esperaría a ver qué dicen los ciudadanos a las urnas. No haremos ningún anuncio sobre nombramientos antes de ver qué dicen los ciudadanos, ha asegurado.
El líder de Junts ha comprometido a no hacer anuncios de nombramientos antes de las elecciones, y ha llamado a la responsabilidad y la prudencia en la gestión de los Mossos d'Esquadra. Es importante que los profesionales de la policía no se vean involucrados en la política partidista, ha subrayado.
La polémica ha surgido tras el anuncio de Illa sobre el nombramiento de Trapero, que ha sido visto por muchos como un intento de influir en la opinión pública a favor del PSC. Puigdemont ha reaccionado con rapidez, acusando a la vicepresidenta y al secretario de Seguridad de instrumentalizar la policía para obtener beneficios políticos.
La situación ha generado un gran debate en la campaña electoral, con muchos analistas que ven la jugada como un intento de desestabilizar la campaña de Junts. Sin embargo, Puigdemont ha asegurado que su partido sigue firme en su compromiso con la transparencia y la responsabilidad en la gestión de la seguridad.
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