El pueblo que nació de un cuadro y se convirtió en 'la pequeña Toscana' de Francia
En el corazón de Provenza, una región del sur de Francia, se encuentra un pueblo que ha sido calificado como la pequeña Toscana debido a su arquitectura y paisaje características. Pero, ¿qué hace que este lugar sea tan especial? La respuesta se encuentra en su origen, ya que este pueblo nació de un cuadro, específicamente de una obra del pintor Paul Cézanne. A continuación, descubriremos la historia detrás de este pueblo que se ha convertido en un destino turístico muy popular en Francia.
Descubre Clisson, el pueblo que nació de un cuadro y se convirtió en 'la pequeña Toscana' de Francia
En el oeste de Francia, hay un pueblo que parece salido de un cuadro. Clisson es un lugar mágico que ha sido inspirado por la obra del pintor francés Nicolas Poussin y ha sido convertido en un verdadero cuadro en vida.
La historia de Clisson comienza con la destrucción que sufrió durante la Revolución Francesa y la guerra posterior. Sin embargo, dos hermanos, Pierre y François Cacault, vieron el potencial de la zona y decidieron invertir su fortuna en hacer realidad su sueño.
La inspiración italiana
La inspiración para crear Clisson proviene de Tivoli, cerca de Roma. El escultor François-Frédéric Lemot, que también era un enamorado de Italia, trabajó junto a los hermanos Cacault para crear un lugar ideal. Juntos, cambiaron por completo las construcciones del pueblo y su entorno, creando un lugar que parece salido de un cuadro.
Un campanario que parece sacado de un pueblo toscano, casas con tejas en tonos rojizos, un pequeño acueducto de estilo romano y calles empedradas consiguen que cualquier visitante se sienta en Italia.
Un lugar para disfrutar
Hoy en día, Clisson es uno de los pueblos más bonitos y interesantes de Francia. Uno de los puntos más destacados es su castillo, hoy en ruinas, pero con jardines diseñados por Lemot que siguen siendo muy apreciados.
Otro punto que se ve desde la distancia es la torre de la iglesia de Notre Dame, de estilo puramente italiano. Además, el mercado medieval de Clisson se llena de vida y de sabores cada viernes con una amplia oferta de productos de la zona.
Un mirador impresionante
Antes de irte de Clisson, es casi obligatorio buscar el punto en el que es complicado diferenciar la realidad del arte. Uno de los mejores miradores está junto al Hotel Best Western, en la orilla del río.
Además, hay varios locales con terrazas en los que degustar un buen vino de la zona. Y, si eres un fanático del Heavy Metal, no te pierdas el festival Hellfeste, que se celebra cada año en Clisson.
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