El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha anunciado de manera contundente que invadirá la ciudad de Rafah, en la Franja de Gaza, con o sin acuerdo de tregua con el grupo Hamás. Esta declaración, realizada en medio del recrudecimiento de la violencia en la región, pone de manifiesto la determinación del gobierno israelí de actuar en defensa de sus intereses y la seguridad de sus ciudadanos. La tensión en la zona alcanza niveles alarmantes, con ataques aéreos y lanzamientos de cohetes que han dejado un saldo de víctimas y daños materiales. Ante este escenario, la posibilidad de una intervención militar en Rafah sin un acuerdo de tregua representa un nuevo capítulo en el conflicto entre Israel y Hamás, con consecuencias impredecibles para la región.
Netanyahu anuncia la entrada de Israel en Rafah para eliminar a Hamás
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha declarado este martes que el Ejército israelí entrará en Rafah para eliminar a los batallones de Hamás que aún permanecen en el sur de la Franja de Gaza, con o sin acuerdo de tregua.
Durante una reunión con familiares de secuestrados y víctimas del ataque del 7 de octubre, Netanyahu afirmó: Entraremos en Rafah y eliminaremos a los batallones de Hamás que encontremos allí, con o sin acuerdo. Sus declaraciones se dan en un momento en el que Hamás estudia la última propuesta de tregua presentada por mediadores en El Cairo, la cual contempla un alto el fuego de 40 días y la liberación de miles de presos palestinos a cambio de rehenes en Gaza.
Netanyahu ha dejado claro que la idea de detener la guerra antes de cumplir todos los objetivos está fuera de discusión, refiriéndose a devolver a los rehenes, desmantelar la fuerza militar de Hamás y evitar que Gaza represente una amenaza para Israel.
Organizaciones internacionales y la comunidad internacional han advertido sobre la posible catástrofe humanitaria que implicaría una ofensiva en Rafah, donde ya se vive una crisis con escasez de alimentos, agua potable y un sistema sanitario devastado. En esta zona residen 1.4 millones de gazatíes, la mayoría de ellos desplazados del norte durante el conflicto que ha cobrado la vida de más de 34,500 personas en 207 días de ofensiva, con cerca del 80% de la población desplazada.
Algunos ministros ultraderechistas de la coalición gubernamental han sugerido retirar su apoyo a Netanyahu si no se lleva a cabo la operación en Rafah, para la cual el Ejército israelí ya tiene un plan de ofensiva diseñado desde finales de febrero. La OCHA de la ONU ha alertado sobre la extrema situación en Rafah, donde la población enfrenta serios problemas para acceder a servicios básicos como atención médica, agua limpia y saneamiento, además de la creciente ansiedad ante la posible ofensiva israelí.
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