La noticia de Okupa la vivienda de una anciana mientras visita a su hija en Canadá: Sin denuncia no me pueden desalojar, afirma el intruso, ha generado controversia y preocupación en la comunidad. Este caso evidencia la vulnerabilidad de los propietarios ante situaciones de ocupación ilegal, donde el intruso se ampara en vacíos legales para mantenerse en la vivienda. La anciana, quien se encontraba visitando a su hija en Canadá, se enfrenta ahora a la desagradable sorpresa de ver su hogar ocupado por un desconocido. La ausencia de una denuncia formal por parte de la propietaria complica el proceso de desalojo, dando lugar a un escenario preocupante para la seguridad jurídica de las viviendas. Las autoridades competentes deberán actuar con celeridad y eficacia para resolver esta situación y proteger los derechos de la legítima dueña.
Okupas en Lavapiés defienden su presencia en vivienda de anciana enferma
El matinal ha hablado en directo con el okupa de la casa de Pepi en Lavapiés, a través de ATRESPLAYER. Cuando Pepi, una anciana de 86 años, se ausentó hacia Canadá para someterse a una operación y estar con sus hijos, nunca imaginó lo que sucedería con su vivienda en el barrio madrileño. Una pareja de origen rumano, encabezada por Corcele, decidió instalarse en la casa mientras ella estaba ausente.
Corcele, en contacto con el programa Espejo Público, ha argumentado que conoce las leyes del país y que al llegar a la vivienda, esta se encontraba en estado de abandono, repleta de polvo y aparentemente deshabitada desde hacía tiempo. Además, descubrió una urna con cenizas de una mascota, las cuales ha decidido respetar en honor a la propietaria.
El hombre, que tiene un hijo de seis años viviendo con sus padres hasta que se resuelva la situación, llegó a España hace 15 años y tras trabajar en Alemania, ha vuelto al país con la intención de asegurar la educación de su hijo. Con conocimiento de la ley, Corcele justifica su ocupación de la vivienda: Mientras no haya denuncia del propietario, no nos pueden desalojar.
Por otro lado, las vecinas de Pepi han denunciado que los okupas han causado destrozos en la vivienda y han desactivado los sistemas de seguridad, aclarando que la anciana no abandonó su hogar voluntariamente, sino que debido a problemas de salud y el fallecimiento de su esposo, tuvo que ser hospitalizada y operada.
Susanna Griso, visiblemente indignada, se dirigió a Corcele para señalar que el problema radica en que la casa pertenece a la anciana y no puede ser ocupada. Finalmente, la abogada Beatriz de Vicente ha enfatizado la necesidad de un cambio legislativo para abordar este tipo de situaciones.
Deja una respuesta