La esperanza de un futuro mejor es lo que impulsó a tres venezolanos a dejar atrás su patria y emigrar a Reino Unido, con la intención de mejorar su situación económica. Sin embargo, después de vivir una experiencia que debía ser de progreso y crecimiento, estos venezolanos han regresado a su país con historias de explotación y desesperanza. Lejos de encontrar la oportunidad laboral y la estabilidad que buscaban, se encontraron con condiciones de trabajo inhumanas, salarios miserables y una sensación de aislamiento en un país extranjero. Sus testimonios son un llamado a la reflexión sobre la dura realidad que enfrentan los migrantes que buscan un futuro mejor en tierras lejanas.
- Ilusiones rotas: tres venezolanos regresan a casa con historias de explotación y desesperanza en Reino Unido
- La pesadilla de los españoles en Reino Unido: trabajos falsos, explotación y esclavitud moderna
- Desesperanza en Reino Unido: venezolanos que emigraron en busca de mejor vida regresan a casa con historias de explotación y discriminación
- La lucha por la justicia
Ilusiones rotas: tres venezolanos regresan a casa con historias de explotación y desesperanza en Reino Unido
La historia de Diego Martín Baglietto, un argentino español residente en Barcelona, es solo una de las muchas historias de explotación y desesperanza que han vivido varios trabajadores españoles y venezolanos en Reino Unido. Baglietto respondió a una oferta de trabajo en redes sociales para trabajar como repartidor en la campaña de Navidad en Londres, con un salario de más de 3.000 libras. Sin embargo, su experiencia se convirtió en un infierno.
La pesadilla de los españoles en Reino Unido: trabajos falsos, explotación y esclavitud moderna
Baglietto fue contratado por la subcontrata One Motion Logistics Ltd, con sede en Oxfordshire, que suele trabajar para Amazon. En noviembre de 2023, más de 50 españoles fueron contratados como autónomos por su delegación en España. Sin embargo, pronto descubrieron que habían sido estafados y explotados. La empresa les proporcionó visados falsos y les cobraban dinero por daños a las furgonetas, multas y otros gastos.
Visados falsos, estafa y esclavitud moderna son solo algunos de los delitos que denuncian los trabajadores. La empresa les proporcionó papeles que nunca fueron traducidos al castellano y les hicieron firmar contratos que no entendían.
Desesperanza en Reino Unido: venezolanos que emigraron en busca de mejor vida regresan a casa con historias de explotación y discriminación
Baglietto trabajó durante 35 días, pero solo recibió 900 libras de las 3.000 acordadas. El resto se fue en tasas administrativas y gastos de reparaciones. Otros trabajadores sufrieron la misma suerte, algunos incluso debían dinero a la empresa después de trabajar durante semanas.
La situación se repitió con cantidades similares con el resto de los compañeros. Explotación laboral, discriminación y tráfico de humanos son solo algunos de los delitos que denuncian los trabajadores.
La lucha por la justicia
Quince de los trabajadores afectados han denunciado a las empresas y han presentado una demanda colectiva ante un juzgado de empleo en Reino Unido. El sindicato Las Voces Unidas del Mundo (UVW) los apoya en su lucha por la justicia.
Claire Marcel, responsable legal del sindicato UVW, destaca que se les ofrecieron unas condiciones que no se cumplieron y se les hizo firmar unos contratos que no entendieron. También alega que se ha incurrido en un delito de tráfico de humanos porque les reclutaron para trabajar ilegalmente.
El procedimiento contra ambas empresas acaba de comenzar y no será un camino fácil. En los tribunales laborales de Reino Unido, estos procesos pueden alargarse hasta dos años.
Por parte de Amazon, la empresa ha enviado unas declaraciones a este periódico, asegurando que esperan que las personas contratadas por nuestros colaboradores de reparto reciban una compensación justa y sean tratadas con respeto. Sin embargo, One Motion ha evitado contestar al asunto.
La lucha por la justicia ha comenzado, pero la batalla será larga y difícil. Sin embargo, los trabajadores españoles y venezolanos no se rendirán y seguirán luchando por sus derechos.
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