En un hecho que ha llamado la atención de la opinión pública, un joven alemán de apenas 19 años ha decidido abandonar la vida convencional para vivir y viajar en un tren desde principios de 2022. Esta inusual elección de estilo de vida le cuesta alrededor de 10.000 euros al año, pero para él, el costo es insignificante comparado con la libertad que siente al no tener que responder a ninguna autoridad ni tener que preocuparse por un lugar fijo para vivir. Según su propia confesión, me da la libertad, lo que sugiere que esta forma de vivir le brinda una sensación de independencia y autonomía que no encontraría en un entorno más tradicional.
El joven que ha encontrado la libertad en los trenes
Lasse Stolley, un joven alemán de 17 años, ha decidido vivir en un tren y ha encontrado la libertad en la movilidad. Desde el verano de 2022, Lasse ha estado viviendo en cualquier tren que coja con su BahnCard 100, un bono anual que le cuesta aproximadamente 10.000 euros.
La vida en el tren me da la libertad de elegir a dónde quiero ir en cualquier momento. Desayuno junto al Mar Báltico por la mañana y disfrutar de la puesta de sol en los Alpes por la noche. ¡Las posibilidades son infinitas!, expone Lasse en su Instagram.
Lasse viaja en cualquier vagón de la Deutsche Bahn, la compañía alemana de trenes. Duermo en trenes nocturnos, a veces en camarotes con cama, otras en butacas. Toma el desayuno en el vagón comedor, lava la ropa en lavabos y se ducha en piscinas públicas, estaciones o centros comunitarios a lo largo del camino.
Un programador en movimiento
Lasse es programador y trabaja en remoto con su ordenador portátil desde su butaca con mesa, mientras se mueve por casi toda Europa, a donde llegue la red ferroviaria alemana y sus asociadas.
El programador abandonó su ciudad natal de Fockbek, en el norte de Alemania, en 2022, a los 16 años, con solo cuatro camisetas y dos pantalones, además de algo de ropa interior. Fue necesario mucho convencerles, dice sobre sus padres, que tuvieron que autorizarle.
Al principio, Lasse dormía mal y siempre estaba cansado, pero ahora las cosas van mucho mejor. Su ciudad favorita es Berlín. Los primeros dos o tres meses dormía muy mal, siempre estaba cansado, ahora las cosas van mucho mejor, asegura el joven.
Lasse ha encontrado la libertad en la movilidad y la flexibilidad que le brinda su vida en el tren. Sin ataduras a un lugar fijo, puede ir a donde quiera, cuando quiera. ¡Las posibilidades son infinitas!
Deja una respuesta